Las compañías noruegas Yara International, dedicada a la conversión de energía, y Kongsberg Gruppen, que trabaja con sistemas de alta tecnología y solución a clientes, están en la fase final de fabricación de un buque impulsado por energías renovables. Apodado como el Tesla de los mares por las propias empresas, la embarcación no contaminará y no necesitará tripulación para su funcionamiento.

Su mote viene condicionado por el empleo de una tecnología muy similar a la de un coche Tesla, aunque su verdadero nombre es Yara Birkeland. Por tanto, será un vehículo eléctrico que abandonará por completo el uso de combustibles fósiles.

La fabricación del buque costará 25 millones de dólares (21,4 millones de euros), lo que supone un coste tres veces más elevado que el precio de un buque para contenedores convencional. Según sus responsables, el gasto se compensará con la reducción de los costes operativos, el salario de los tripulantes y el combustible.

La compañía tiene planeado poner el barco en marcha a finales de 2018 con una tripulación de tres personas, quienes ayudarán a probar los sistemas de cara a su operación autónoma en 2020, que será cuando no necesite ni un solo humano a bordo.