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Yolanda Pérez (BStartup): “La banca va hacia un modelo plataforma donde las barreras se diluyen cada vez más”

22 Feb 2018 — 04:55
A. Pijuán
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La directora de BStartup considera que el futuro de la banca pasa por la colaboración con las fintech y otros actores del ecosistema start up, y apunta la normativa y la seguridad como dos de las grandes barreras para acceder a la industria financiera.

Yolanda Pérez (BStartup): “La banca va a un modelo plataforma donde las barreras se diluyen cada vez más”

 

Yolanda Pérez lidera BStartup, el programa de apoyo a emprendedores de Banco Sabadell, desde 2014. Licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona y Máster en Políticas Públicas por la Universidad Pompeu Fabra, la directiva ha pasado más de trece años vinculada al ecosistema emprendedor a través del Ayuntamiento de Barcelona. Para Pérez, la transparencia es uno de los pilares clave como base de la colaboración entre las grandes empresas y las start ups, especialmente en el ámbito financiero, donde las sinergias son más que necesarias. BStartup es main partner de 4 Years From Now (4YFN), que tendrá lugar del 26 de febrero al 1 de marzo en el marco del Mobile World Congress (MWC).

 

Pregunta: Usted lleva más de una década involucrada en el ecosistema de start ups. ¿Cómo ha evolucionado?

Respuesta: Toda mi carrera profesional está ligada a los emprendedores, desde el mismo momento en que este tema era desconocido. Al principio, el foco en las start ups lo tenía el Ayuntamiento como una política de promoción económica y generación de empleo. No le interesaba a nadie más. Poco a poco y con la irrupción y la generalización de uso se fue democratizando. En sus inicios el fenómeno de los business angels era ciencia ficción, Acció empezó a promocionar las redes de business angels cuando había casi más redes que inversores. Yo soy muy optimista. Cuando la gente dice que el ecosistema todavía es inmaduro pienso: sí, quizás es inmaduro pero avanza a un ritmo increíble. Todo lo que tenemos ahora era impensable hace diez años.

 

P.: ¿Identifica algún momento clave que acelerara este proceso?

R.: La crisis económica. La recesión aceleró el proceso por dos motivos. Por un lado, la gente joven veía pocas o ninguna perspectiva de crecimiento y desarrollo en el mercado laboral, lo que les impulsó a buscar otras fórmulas. Por otro lado, había pocas alternativas de inversión. Muchos inversores quisieron diversificar: dejaron de invertir en el mercado inmobiliario y empezaron a invertir en tecnología, donde ya se habían producido algunos casos de éxito.

 

P.: ¿Considera que los emprendedores son más reticentes a buscar financiación bancaria?

R.: Al hablar de deuda, el binomio riesgo-beneficio es crítico. El riesgo de invertir en empresas que están en etapas muy incipientes cuando no hay ningún histórico y se desconoce la capacidad de retorno de la start up es un tema a considerar. El negocio de la banca es prestar dinero para que se lo devuelvan con un pequeño interés. El del inversor es distinto, puede asumir un mayor riesgo porque pasa a ser socio y, por lo tanto, puede obtener un mayor beneficio. Hay que entender el binomio, por eso se piden garantías y el planteamiento es otro. De todas formas, las garantías no lo son todo. Si no se ve que hay un proyecto sólido, si no se hay emprendedores con ganas de seguir adelante, tampoco se van a pedir garantías porque el banco no va a querer financiarlo.

 

 

 

 

P.: ¿Tener experiencia previa en la fundación de una empresa es un punto a favor a la hora de pedir financiación al banco?

R.: No solo eso. También cuenta su conocimiento del mercado, los acuerdos que tenga hasta ahora la compañía, quien le apoya, sus ganas, su trayectoria, su implicación personal en el proyecto…

 

P.: ¿La start up se ha vuelto más dependiente de la financiación que antes?

R.: Ahora hay más disponibilidad de financiación, pero otra cosa es que sea necesario. Las empresas se encuentran en un estadio de inmadurez en lo referente a la estrategia de financiación, no todos los proyectos la necesitan. Lo primero que hay que mirar es su viabilidad y los retornos que tendrá. Lo que no puede ser es que cualquier proyecto busque la financiación privada sin ver una foto global de lo que será el camino.

 

P.: Las sinergias entre grandes empresas y start ups crecen. ¿Cuáles son los principales retos de este tipo de colaboración?

R.: El principal elemento que favorece que un proyecto llegue a buen término es la transparencia, tanto por parte de la gran empresa como de la start up. Hay que plantearse: ¿qué se busca con esta colaboración? ¿Qué se está dispuesto a dar? ¿En qué momento está cada empresa? ¿Qué ritmos se llevarán? La corporación puede ser lenta a veces, pero en ocasiones las start ups están en unas fases de desarrollo que no son las que les gustarían. Ser transparente es clave, especialmente en el sector financiero, donde tiene que haber muchísima colaboración.

 

 

 

 

P.: Especialmente en el ámbito fintech… Cuál es la mejor estrategia: ¿comprar start ups, colaborar o que un banco desarrolle sus propias soluciones?

R.: Depende. A veces hay que invertir en proyectos o empresas que tienen esa tecnología que interesa, otras veces es mejor desarrollar desde dentro nuevos modelos de negocio. En el momento en el que estamos, con la normativa PSD2, es fundamental incorporar tecnologías que permitan no sólo cumplir con la normativa, sino también sacar provecho de esta. Hace falta incorporar muchas tecnologías relacionadas con la inteligencia artificial y el big data. También desarrollar sistemas más intuitivos, con un sistema más ágil y transparente.

 

P.: En relación a esto último, ¿cómo será la banca del futuro?

R.: La banca está yendo hacia un modelo plataforma donde convergen servicios de muchos actores diferentes y en el que las barreras se diluyen cada vez más. El cambio de paradigma es muy grande, la cuestión es colaborar y encontrar las tecnologías más idóneas para facilitar este proceso y dar un mejor servicio al cliente.

 

P.: ¿Y cuáles serán los retos?

R.: Las dos grandes barreras para entrar en el sector bancario son la normativa y la seguridad, que es el gran activo de los bancos. La seguridad es fundamental pero también conlleva muchos lastres, la usabilidad se ve afectada. Conjugarlo todo será el gran reto. En este caso, la colaboración entre bancos, fintech y otros actores será clave. Las start ups están muy orientadas a la usabilidad y a la experiencia de usuario, un aspecto que para el banco es más difícil implementar por todos estos condicionantes. Las entidades financieras, no obstante, tienen la masa crítica y la capacidad de escala, la marca, el conocimiento del mercado financiero y de la regulación, así como la gestión del riesgo. Esto los hace muy complementarios.

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