La brecha de género en la adopción de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT limita la innovación y productividad en las empresas
La desigualdad en el uso de la inteligencia artificial entre hombres y mujeres puede frenar el potencial de innovación en las empresas.

Las herramientas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, están transformando la productividad en el lugar de trabajo, mejorando la atención al cliente, la creación de contenido, el análisis de datos y permitiendo ahorros significativos en costes. Sin embargo, una importante brecha de género en la adopción de estas tecnologías podría limitar los beneficios potenciales para las empresas y la innovación en general.
Estudios recientes muestran que las mujeres son un 16% menos propensas que los hombres a utilizar ChatGPT en tareas laborales, incluso cuando desempeñan funciones similares. En 2023, la adopción femenina de IA generativa en Estados Unidos era solo la mitad que la de los hombres y, aunque esta diferencia se ha reducido en 2024, la brecha persiste.
Según una investigación de la Universidad de Chicago en colaboración con Statistics Denmark, en un estudio con 18.000 trabajadores en distintas ocupaciones, el uso de ChatGPT varió del 65% en atención al cliente al 12% en asesoría financiera. Sin embargo, las mujeres en estos grupos confiaron en estas herramientas 16 puntos porcentuales menos que los hombres, incluso con responsabilidades y roles similares.
Expertos en tecnología y mercado, como Ritu Jyoti de IDC, advierten que esta desigualdad puede frenar la innovación y hacer que las empresas pierdan oportunidades de productividad, además de ampliar las brechas existentes en el ámbito laboral. La falta de participación femenina en el uso de IA limita también la diversidad de opiniones, esencial para desarrollar soluciones más justas y efectivas.
Una de las principales estrategias para reducir esta brecha consiste en implementar programas de capacitación especializados. Talleres prácticos, cursos en línea y mentorías personalizadas pueden aumentar la confianza del personal femenino en el uso de estas herramientas, permitiendo integrar la IA en su día a día laboral.
Asimismo, establecer políticas claras sobre el uso adecuado de la IA, promover ejemplos de éxito y referentes, y monitorear regularmente la adopción por género son acciones esenciales para fomentar una participación más equilibrada. La normalización del uso de ChatGPT y otras herramientas similares se puede potenciar con campañas internas que resalten los beneficios de la tecnología para todo el personal.
Por último, expertos recomiendan involucrar a mujeres en el desarrollo de algoritmos y aplicaciones de IA, ya que una participación diversa en los equipos de creación ayuda a detectar y corregir sesgos, mejorando la equidad, la representatividad y la efectividad de los sistemas.
Si se adoptan estas medidas, las empresas podrán aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia artificial generativa, creando entornos laborales más inclusivos, innovadores y productivos para todo el personal.