‘Blockchain’: sin retorno de la inversión no habrá disrupción
Nueve de cada diez organizaciones no acaba de identificar el retorno de la inversión (ROI, por sus siglas en inglés) que le producirá aplicar esta tecnología en sus cadenas de suministros.
Medir el retorno de la inversión (ROI, por sus siglas en inglés) del blockchain en la cadena de suministro se ha convertido en uno de los principales frenos de los grupos del sector del consumo, retail y manufacturero. Ante una tecnología cuya adopción aún es residual (apenas el 3% de las empresas de estas tres industrias opera con la cadena de bloques), la gran mayoría de compañías aún se muestra recelosa al no ser capaz de identificar qué beneficios le comportará esta inversión.
Un 92% de los grupos pioneros en blockchain identifican esta dificultad como uno de los principales frenos a la hora de trabajar con blockchain en sus cadenas de suministro, según se desprende del informe Does blockchain hold the key to a new age of supply chain transparency trust?, elaborado por Capgemini.
“El ROI no captura el impacto más amplio de las tecnologías emergentes -indican los expertos del estudio-; en su lugar, las organizaciones deberían comenzar a pensar en invertir en estas tecnologías observando otras industrias”. Según estos, las empresas deberían evaluar el éxito de “estas iniciativas de la misma manera que los capitalistas de riesgo evalúan el éxito o el fracaso de sus inversiones”.
La adopción de esta tecnología está aún en sus fases más iniciales, por lo que es natural que surjan dudas en torno a su aplicación. A modo de ejemplo, sólo un 3% de compañías ya ha implantado esta tecnología de forma generalizada o a escala dentro de su organización, un 10% ha iniciado un proyecto y un 87% se encuentra en las primeras etapas de experimentación.
El ahorro de costes, una mejor capacidad de seguimiento y una mayor transparencia son tres de las ventajas que impulsan la inversión en blockchain. Aun así, existen otros factores que obstaculizan su adopción. “Todavía no se ha cuantificado el rendimiento, y los modelos y procesos de negocio deben ser rediseñados para su adopción”, apuntan desde Capgemini.
A modo de ejemplo, el 84% de los grupos pioneros del sector retail, consumo y manufacturero consideran que la tecnología se encuentra aún en una fase muy inmadura; un 80% señala que la interoperabilidad del blockchain con sistemas tradicionales es un desafío por resolver, mientras que otro 82% considera que la seguridad de las transacciones “es un factor disuasorio” de la implantación de la cadena de bloques.
Las organizaciones aún tienen margen para intentar solucionar estas dudas e identificar distintas aplicaciones del blockchain que les permitan obtener un retorno de la inversión satisfactorio. Desde Capgemini señalan que no será hasta 2025 cuando este sistema pueda convertirse en una tecnología ubicua. La fase de implantación y testeo empezará en 2019.
De momento, las organizaciones de Reino Unido, Estados Unidos y Francia se alzan como las empresas más avanzadas en el uso de esta tecnología, seguidos por Suecia, Alemania, Holanda e Italia. España no aparece en el análisis de Capgemini, que señala que el mercado norteamericano ha invertido alrededor de mil millones de dólares en start ups especializadas en blockchain.