Nvidia desarrolla GPU alternativa para China ante restricciones de exportación y reduce uso de memoria HBM
Nvidia lanza una GPU diseñada específicamente para el mercado chino, adaptándose a las restricciones de exportación e innovando en su tecnología.

Desde junio, Nvidia planea la producción en serie de un nuevo acelerador GPU destinado al mercado chino, con el nombre provisional B40 o RTX Pro 6000D, en un esfuerzo por sortear las recientes restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos. Estas limitaciones afectan modelos como la H20 de la generación Hopper de Nvidia y la AMD Instinct MI308, restringiendo la transferencia de datos y la velocidad de conexión entre GPUs.
Según informes de la agencia Reuters, basados en fuentes internas y en la firma china GF Securities, el nuevo acelerador se asemeja a la RTX Pro 6000, un modelo profesional hermano de la GeForce RTX 5090 para estaciones de trabajo y servidores. Ante las limitaciones de exportación, Nvidia habría optado por reemplazar la memoria de banda ancha alta (HBM) por módulos GDDR7 con velocidades de transmisión de 1,7 a 1,8 terabytes por segundo. En comparación, las GPUs de alta gama anteriores como la B200 y B300 alcanzan hasta 8 TB/s mediante HBM3e.
Estas nuevas GPUs, basadas en el chip GB202 y con memoria GDDR7, también serían compatibles con una interfaz de 512 bits y contarían con hasta 96 GB de RAM, manteniendo un rendimiento considerable. Sin embargo, la ausencia de un enlace NVLink de alta velocidad implica que la comunicación entre múltiples GPUs se debe realizar a través de PCI Express, que es significativamente más lento, lo que limita la eficiencia en tareas que requieren altas tasas de transferencia, como el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial.
En cuanto a los costes, Nvidia estima un precio entre 6.500 y 8.000 $ para estos modelos B40 o RTX Pro 6000D, frente a los 10.000–12.000 $ que costaba la H20. Modelos como el B200 y B300 son aún más caros, lo que convierte a estos nuevos aceleradores en una opción más accesible para ciertos segmentos del mercado.
Además, se estaría diseñando un chip exclusivo para el mercado chino, con funciones reducidas, como la renderización en 3D, lo que podría reducir el tamaño del silicio y el gasto de producción. Sin embargo, esta estrategia presenta riesgos si en el futuro Estados Unidos modifica la regulación y vuelve a restringir la exportación de estos componentes. La iniciativa refleja el intento de Nvidia de mantener su competitividad en China ante las restricciones globales, aunque la producción de un chip dedicado podría generar complicaciones a largo plazo.