OpenAI planea convertir a ChatGPT en un asistente personal de inteligencia artificial para tareas cotidianas y especializadas

TecnologíaOpenAI

OpenAI planea convertir a ChatGPT en un asistente personal de inteligencia artificial para tareas cotidianas y especializadas

OpenAI planea transformar ChatGPT en un asistente personal versátil para tareas diaria y especializadas, sin una monetización inmediata.

Descripción

OpenAI ha anunciado planes para transformar ChatGPT en un asistente de inteligencia artificial personal capaz de llevar a cabo tareas cotidianas y especializadas sin una monetización inmediata. Según un documento estratégico divulgado en un proceso legal entre Google y el Departamento de Justicia de EE. UU., la intención es que ChatGPT evolucione hacia un «superasistente de IA» que pueda gestionar desde correos electrónicos hasta la planificación de vacaciones, actuando como un agente personal activo.

La estrategia de OpenAI es doble: convertir a ChatGPT en una herramienta versátil para tareas diarias y especializarlo en áreas como programación, gracias a modelos de razonamiento avanzados como o3 y al desarrollo de un índice de búsqueda propio. La compañía también contempla competir directamente con navegadores y motores de búsqueda tradicionales, considerando estas interacciones humanas como competencia directa. Sin embargo, no planean monetizar estas nuevas funciones de forma inmediata.

En paralelo, en la Bundesärztekammer, la organización médica alemana, se discuten las aplicaciones de la inteligencia artificial en diagnósticos y gestión clínica. El personal sanitario valora el potencial de la IA para apoyar en diagnósticos, automatización de documentación o en sistemas de respuesta telefónica, aunque expresa preocupación por mantener la relación personal con el paciente y garantizar la protección de datos. Se insiste en que los datos de salud deben procesarse exclusivamente en Europa, preferentemente usando sistemas europeos, y se teme que las grandes empresas tecnológicas puedan acceder y usar datos médicos para entrenar sus modelos, vendiendo finalmente estos servicios a profesionales de la salud.

Por otro lado, Dario Amodei, director de Anthropic, alerta sobre posibles cambios radicales en el mercado laboral en los próximos 1–5 años, pronosticando que hasta la mitad de los empleos de nivel inicial en sectores como finanzas, tecnología y derecho podrían desaparecer por la automatización. Como respuesta, propone implementar un impuesto del 3% sobre las ganancias generadas por modelos de IA para financiar políticas públicas y mitigar el impacto social.

Asimismo, se espera que la demanda de almacenamiento de datos para soportar la inteligencia artificial generativa se triplique en los próximos cinco años, creciendo de 72 a 394 zettabytes —una cantidad que sobrepasa la capacidad actual de la industria. Para afrontar esta situación, fabricantes como Seagate buscan reciclar discos duros y desarrollar nuevas tecnologías de cifrado para reducir la necesidad de destruir millones de unidades anualmente, haciendo frente a la creciente demanda de datos.

En el ámbito de la regulación y los derechos de autor, el periódico The New York Times ha llegado a un acuerdo con Amazon que le permite utilizar su contenido para entrenar modelos de IA, marcando una nueva etapa en las relaciones entre medios y tecnología. Este es el primer acuerdo de este tipo de un medio importante, tras haber presentado demandas por uso indebido de contenido contra empresas como OpenAI y Microsoft. Por su parte, en la Unión Europea, el Tribunal de Justicia debe decidir sobre una demanda contra Google, acusada de que su chatbot Gemini reprodujo casi textualmente un artículo protegido por derechos de autor, lo que plantea interrogantes sobre si el entrenamiento de IA se considera una reproducción bajo la ley de derechos de autor, una discusión que no tiene resolución prevista hasta 2027.