¿Cuál es la principal meta que se marca un emprendedor en el momento en que decide poner en marcha su propio proyecto? Vender su empresa. Según los últimos datos de Statista, el 53% de las empresas de recién creación se han marcado como objetivo a largo plazo ser adquiridas por otras compañías.

Pese a ello, cabe tener en cuenta que las start ups cuentan con una alta tasa de mortalidad, y que la posibilidad de ser adquirida por otras compañías llega entre siete y nuevos años después de dar inicio a su actividad. Recientemente, empresas como Social Point, Habitaclia o Privalia han conseguido llevar a cabo esta venta.

La segunda prioridad de estas start ups es continuar siendo privada y mantener su independencia, especialmente si dan entrada en su accionariado a inversores o empresarios de otros grupos. Esta es la opción escogida por el 18% de las empresas encuestadas.

Y de mantener su independencia a debutar en el parqué. Esta es la tercera opción más valorada por el 16% de las jóvenes empresas, cuya hoja de ruta contempla la realización de una oferta pública de venta.