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Pilar Conesa (Smart City Expo): “La trasformación de las ciudades va más allá de un mandato político”

26 Abr 2018 — 04:54
A. Pijuán
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La fundadora de Anteverti y comisaria de Smart City Expo World Congress considera que el Gobierno debe liderar la conversión smart de las ciudades y los territorios, pero la responsabilidad de este proceso debe compartirse entre el sector público, el privado y la propia ciudadanía.

P. Conesa (Smart City Expo): “La trasformación de las ciudades va más allá de un mandato político”

 

Pilar Conesa es comisaria de Smart City Expo World Congress, un certamen organizado por Fira de Barcelona y que aterrizó en Mallorca (Islas Baleares) bajo el formato Smart Island World Congress los pasados 23 y 24 de abril. Fundadora y consejera delegada de la consultoría Anteverti, Conesa ejerció como gerente de administración electrónica del Ayuntamiento de Barcelona entre 2007 y 2010 tras haber pasado por compañías como T-Systems o AIS Chile. Con más de dos décadas de experiencia vinculada al negocio digital, la directiva considera que “la energía, el turismo, la movilidad y la participación ciudadana” son algunos de los pilares claves de los territorios smart.

 

Pregunta: ¿Qué caracteriza a un territorio o a una ciudad como ‘smart’?

Respuesta: El concepto de smart city ha evolucionado con el tiempo. Nació centrado en el uso de la tecnología y las oportunidades que esta brindaba, pero ahora implica una visión más transversal de la ciudad y de todas sus áreas: movilidad, energía, planificación urbana, vivienda, gestión urbana de los servicios… El objetivo de la smart city es mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos en todos estos ámbitos. En muchos de ellos se utiliza la tecnología, pero en muchos otros se recurre a una mejor gestión, planificación y, sobre todo, una mayor participación ciudadana. La smart city tiene al ciudadano en el centro de la acción.

 

P.: ¿Por dónde empieza la transformación de una ciudad?

R.: Hay varios elementos clave en la smart city y, en general, en los retos de cualquier ciudad. Uno es la movilidad, que es uno de los elementos que provocan una mayor contaminación. La sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático es uno de los elementos clarísimos de la ciudad smart. Tampoco podemos hablar de ciudad smart sin dos cosas: la sostenibilidad y la participación ciudadana. La inteligencia está en las personas. Otro de los pilares básicos es la energía: desde el alumbrado eléctrico de la calle a la generación de energía renovable, pasando por la reducción del consumo energético.

 

 

P: ¿Y en el caso de las islas?

R.: Hablando de islas añadiría un tercer elemento: el turismo. Es fundamental para las islas. Ya se están llevando a cabo diferentes iniciativas, pero hay que abordarlo con más urgencia. A día de hoy todo el mundo usa un smartphone, se pueden usar los datos de localización para entender qué hacen los ciudadanos y llevar a cabo una mejor gestión del territorio. Por otro lado, la gente joven está empezando a decidir dónde va según la política de sostenibilidad del destino, ya no se trata sólo de qué opinan otros visitantes. La sensibilidad de la gente joven es mayor que la de otras generaciones. Se trata de entender cómo se utiliza la tecnología en beneficio de un turismo más equilibrado.

 

 

 

 

P.: ¿Cuál es el grado de madurez de las ‘smart islands’ de España en relación al resto del mundo?

R.: España es un referente en turismo y, en relación a la gestión del turismo masivo, está en muy buena posición. Por ejemplo, no hay que perder de vista que en Mallorca hay varias empresas líderes que son globales. Su voz está influenciando al mundo. Hemos tenido un crecimiento muy grande en los últimos años que se está intentando equilibrar y está empezando a haber una sensibilidad en relación a la sostenibilidad que puede que llegue tarde, pero mejor tarde que nunca.

 

 

P.: ¿Qué responsabilidad tiene el Gobierno en esta transformación en la ciudad? ¿Quién debe liderar el cambio: la Administración, la empresa o la ciudadanía?

R.: El sector público tiene que liderar esta transformación, pero la responsabilidad no es sólo suya. Todos los sectores deben involucrarse. Estamos hablando de transformaciones que van más allá de un mandato político, es muy importante que se involucren diferentes sectores y la ciudadanía para garantizar que esto continúe aunque haya un cambio de tendencia política. No es posible una transformación impulsada sólo desde el sector privado o sólo desde el público.

 

 

P.: Energía y movilidad son dos de los pilares básicos de la smart city. Pero en España no se están dando muchos pasos adelante en esta materia. ¿Cómo se salta esta barrera?

R.: Las ciudades y los territorios tienen un papel cada vez más importante en relación a la gestión de los espacios urbanos y la sostenibilidad. Pero hay cosas que dependen de la ley, como las leyes de producción de energía. En este sentido, España dio un paso atrás. Espero que, en un futuro, esto se vuelva a modificar porque estamos yendo a contracorriente. Los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas van en este camino. Y no quedará otra opción en el futuro que realinear los objetivos. Hay que decir también que hay muchas iniciativas de empresas que buscan alternativas a lo que son las grandes empresas de energía, como Holaluz.

 

 

 

 

P.: ¿Y en el caso de la movilidad?

R.: Estamos en un momento histórico en el que no queda otra opción que potenciar los coches eléctricos. También habrá una política mundial de reducir los automóviles, los fabricantes tienen claro que pasarán de producir coches a ofrecer servicios de movilidad. La gente joven ya no se compra coches. En su momento, el coche era un sinónimo de independencia y autonomía. Pero hoy hay otras opciones y, en el futuro, no tendremos un coche en casa, sino un sistema de movilidad que permitirá escoger diferentes transportes.

 

 

P.: Se está hablando de redes IoT, pero las operadoras de telecomunicaciones aún están recuperando la inversión de otras redes más antiguas…

R.: Los móviles y los objetos que llevamos encima utilizan una infraestructura que proveen los operadores de telecomunicaciones. Pero lo que falta es una plataforma donde esta información se cruce y la ciudad pueda utilizarla. Lo que es más importante es avanzar en estándares, plataformas de open source. Esto es en lo que se está trabajando. Tanto la industria como la ciudad están interesadas en que esto avance. En medio, habrá otros pasos: los estándares no se crean de un día para otro. Y en el medio hay inversiones que tienen que rehacerse. Pero al final hay que tener clara una cosa: no es más smart la ciudad que tenga más gadgets tecnológicos, sino la que pueda cruzar y sacar provecho de la información. Y aquella que haga que la ciudadanía, que es quien tiene más conocimiento de lo que funciona o lo que no, utilice conscientemente esta información.

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