Producción de la minicar Microlino se detiene temporalmente ante baja demanda del mercado

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Producción de la minicar Microlino se detiene temporalmente ante baja demanda del mercado

La producción de la minicar Microlino se suspende temporalmente, reflejando la necesidad de adaptarse a la fluctuante demanda del mercado automotriz.

Descripción

La producción de la minicar eléctrica Microlino ha sido detenida temporalmente durante las próximas semanas. Esta pausa responde a la necesidad de ajustar los volúmenes de producción a la demanda del mercado y evitar el exceso de stock. La situación en la fábrica ex Cecomp es parte de una dinámica industrial normal, y la propiedad suiza está utilizando todos los recursos a su disposición, incluyendo la cassa integrazione.

A pesar de la detención de la producción, persiste la preocupación sobre el futuro de las microcoches eléctricas en Italia. La familia Ouboter, que dirige Micro Mobility System, ha criticado la falta de claridad en los incentivos para la compra de microcoches en comparación con los subsidios que reciben los SUV eléctricos. “Los SUV eléctricos mastodónticos con baterías sobredimensionadas dominan el mercado y reciben sussidios, mientras que los pequeños vehículos eléctricos eficientes son ignorados”, han expresado.

Otro factor que afecta la competitividad de las microcoches eléctricas en Italia es la ausencia de ventajas fiscales similares a las que disfrutan las kei cars en Japón. Actualmente, las microcoches no se benefician de las políticas de pooling de créditos de emisiones de CO2, lo que limita sus oportunidades. En Europa, esta categoría de vehículos se encuentra en una situación desventajosa debido a que no forma parte de los esquemas de pooling, lo que significa que no pueden comprar créditos verdes para evitar multas por emisiones.

El precio de la Microlino, que en su versión básica de 6 kWh alcanza los 21,790 euros, ha sido criticado por carecer de dispositivos de seguridad fundamentales, como airbags y ABS+ESP. Comparada con los kei cars japoneses, que ofrecen mejor calidad a un menor precio, la Microlino enfrenta un reto considerable en términos de competitividad. La situación se torna aún más complicada debido a su diseño, que presenta solo una puerta de acceso frontal, lo que limita su practicidad y confort.

La ciudad de Torino, una vez considerada la capital del automóvil, continúa enfrentando una crisis en la industria automotriz. Aunque se ha registrado un leve aumento del 25% en las ventas de microcoches para el 2024, aún se espera que las cifras, con solo 21,000 unidades vendidas en Italia, no alcancen el crecimiento deseado. Claudio Nota de la FIM CISL ha expresado su preocupación por el futuro de Microlino, sugiriendo la implementación de contratos de solidaridad ante un 2025 que se prevé complicado para el sector.