Continúa la integración de la inteligencia artificial en la crianza: experiencias y riesgos para los padres

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Continúa la integración de la inteligencia artificial en la crianza: experiencias y riesgos para los padres

La inteligencia artificial empieza a acompañar a los padres en la crianza, ofreciendo nuevas herramientas, experiencias y también desafíos que requieren atención cuidadosa.

Descripción

Tener un hijo es una experiencia que puede resultar desafiante, especialmente para quienes son primerizos en la crianza. Ante la incertidumbre y las dudas frecuentes, muchos padres solían recurrir a Google o a foros especializados para buscar respuestas y consejos sobre el cuidado de sus hijos pequeños. Sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, estas fuentes tradicionales están siendo complementadas o incluso reemplazadas en algunos casos.

Un ejemplo destacable es Sam Altman, CEO de OpenAI, quien durante el lanzamiento de un nuevo pódcast de su empresa compartió cómo la IA ha influido en su experiencia como padre de un bebé de tres meses. Altman reconoció que, en las primeras semanas de vida de su hijo, utilizó ChatGPT de forma constante para entender el comportamiento del bebé, especialmente para responder a una de las preguntas más comunes y desconcertantes: ¿por qué lloran los bebés? Aunque admite que la especie humana ha sobrevivido sin ayuda de la inteligencia artificial durante miles de años, la tecnología se presenta ahora como una herramienta adicional en la crianza moderna.

Es importante destacar que el uso de la IA en la crianza no difiere mucho de buscar información en Google o participar en foros, pero existen riesgos asociados. La IA puede presentar sesgos o generar información incorrecta, conocidas como «alucinaciones», donde inventa datos y fuentes confiables, lo cual puede ser problemático en temas sensibles como la salud y el cuidado infantil. Sin embargo, Altman también señala que hoy en día los niños nacen con dispositivos tecnológicos, como tablets y móviles, que se han convertido en una extensión de su entorno desde muy temprana edad. La IA se presenta como una evolución de estas herramientas, brindando nuevas formas de interacción y apoyo para las familias.

Un ejemplo citado en la entrevista es el uso del modo de voz de ChatGPT por parte de algunos padres, quienes permiten a sus hijos pequeños conversar con la IA para abordar temas que, de otro modo, podrían ocupar horas de conversación. Esto se asemeja a la tendencia actual en la que los niños están constantemente conectados a la tecnología, aunque las políticas de uso de plataformas como ChatGPT establecen que se requiere tener al menos 13 años para interactuar con ellas de manera formal. En definitiva, mientras estas herramientas ofrecen beneficios potenciales en la crianza, también plantean desafíos y riesgos que deben ser considerados cuidadosamente para garantizar un uso responsable y seguro.