Hackean una tableta Panasonic Toughpad FZ-A2 bloqueada con FRP mediante BIOS modificada y soporte de ChatGPT

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Hackean una tableta Panasonic Toughpad FZ-A2 bloqueada con FRP mediante BIOS modificada y soporte de ChatGPT

Un hacker ha logrado instalar sistemas operativos en una tableta protegida, usando modificaciones en la BIOS y la ayuda de inteligencia artificial.

Descripción

Un innovador hacker de la comunidad de XDA Developers ha conseguido lo que parecía imposible: instalar Windows 10 y Linux Mint en una tableta Panasonic Toughpad FZ-A2 bloqueada con protección de restablecimiento de fábrica (FRP), utilizando ayuda de ChatGPT y modificaciones en la BIOS. La historia, que ha generado gran interés en el mundo de la seguridad y la tecnología, demuestra hasta qué punto la inteligencia artificial puede influir en procesos que antes requerían conocimientos técnicos avanzados.

El dispositivo, equipado con un procesador Intel Atom X5 8550 y una BIOS compatible con UEFI, estaba bloqueado por la protección FRP, que impide usar el aparato tras un restablecimiento de fábrica sin las credenciales originales de Google. Sin embargo, el usuario conocido como «devicemodder» decidió aprovechar las vulnerabilidades inherentes a la arquitectura del hardware en busca de una forma de recuperar el dispositivo y darle un segundo uso.

El proceso fue, en sus palabras, bastante complejo y requirió editar manualmente la BIOS para desactivar la opción de Secure Boot, que en este modelo está protegida por claves propietarias de Panasonic. Al no ser posible modificar estos parámetros desde la interfaz, el usuario optó por dumpear la BIOS usando un programador CH341A, que adquirió por poco más de 14 $ en Amazon. Con esta copia del firmware, solicitó a ChatGPT que eliminara los parámetros de Secure Boot y las claves propietarias, ya que impedían arrancar desde unidades externas y ejecutar sistemas operativos alternativos.

El resultado fue una BIOS modificada y libre de Secure Boot que permitió al usuario volver a flashear el firmware en la tableta. Así pudo arrancar desde una memoria USB e instalar Linux Mint. Aunque la experiencia inicial mostró algunos fallos en componentes como la pantalla táctil, los altavoces y las cámaras, la tableta funcionó correctamente con el sistema operativo instalado, demostrando la viabilidad de este método poco convencional.

Pocos días después, «devicemodder» informó en el mismo foro que también había logrado instalar Windows 10 en el dispositivo, confirmando que la BIOS modificada permitía cargar distintos sistemas operativos en una máquina que, originalmente, solo permitía Android y estaba protegida contra accesos no autorizados tras un restablecimiento.

Este caso no solo pone en evidencia el cada vez mayor poder de la inteligencia artificial para tareas técnicas complejas, sino que también plantea preguntas importantes sobre la seguridad del hardware y las posibles implicaciones de su vulnerabilidad. Si bien este hackeo puede tener fines específicos y legítimos, como prolongar la vida útil de dispositivos obsoletos, también abre la puerta a posibles usos malintencionados y a una reevaluación de las medidas de protección en dispositivos electrónicos.