La influencia de ChatGPT en el vocabulario y la percepción de autenticidad en la comunicación actual

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La influencia de ChatGPT en el vocabulario y la percepción de autenticidad en la comunicación actual

La inteligencia artificial está transformando nuestro vocabulario y afectando la percepción de autenticidad en la comunicación cotidiana.

Descripción

En menos de tres años desde el lanzamiento de ChatGPT, la inteligencia artificial ya ha comenzado a transformar nuestra forma de hablar y comunicarnos, tanto en contextos académicos como cotidianos. Un estudio del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano analizó casi 280.000 vídeos en YouTube de canales académicos y encontró que palabras como «aprofundar», «meticuloso», «reino» y «experto» aumentaron hasta un 51% en su uso desde la introducción de ChatGPT en nuestras vidas.

Este fenómeno sugiere que estamos adoptando un «vocabulario virtual» modelado por la IA, en palabras del primer autor del estudio, Hiromu Yakura. Es decir, estamos internalizando un léxico que refleja las expresiones preferidas por los modelos generativos de inteligencia artificial como GPT, que ahora también se reflejan en conversaciones orales, especialmente en vídeos académicos y debates estructurados.

El cambio en el lenguaje no solo es cuantitativo, sino también cualitativo. La presencia de palabras asociadas a la IA se ha vuelto una marca distintiva en nuestro discurso, casi como un «marcador invisible» o watermark semántico que puede detectarse en conversaciones espontáneas. La palabra «aprofundir», por ejemplo, se ha convertido en un símbolo semántico de la influencia de la IA en la comunicación diaria.

Además, estudios realizados por la Universidad de Cornell revelan que el uso de respuestas automáticas mediante IA en chats online hace que las conversaciones sean más rápidas, positivas y colaborativas. Sin embargo, también muestran que si las personas sospechan que su interlocutor utiliza IA, tienden a evaluar la interacción como menos auténtica y más fría, afectando la percepción de colaboración y sinceridad.

Este «paradigma de la comunicación aumentada» indica que cuanto más perfeccionado y artificial parece un mensaje, menor será la confianza que generará en el receptor. La percepción de autenticidad se reduce cuando se sospecha del uso de IA, aunque el mensaje sea genuinamente generado por una máquina. La imperfección, la ironía y los errores en los mensajes espontáneos siguen siendo considerados indicadores de un interlocutor humano frente a la automatización.

Por ello, algunos expertos advierten sobre un riesgo profundo: la potencial pérdida de nuestra capacidad de pensar y expresarnos con palabras propias. En lugar de articular nuestros pensamientos, podemos limitarnos a repetir o basarnos en las sugerencias que nos plantea la IA, lo que favorece una comunicación pasiva y menos creativa. A largo plazo, esto puede generar un distanciamiento social, donde solo la interacción cara a cara, con contacto físico y tono natural, sea considerada auténtica y confiable, ya que en la comunicación no verbal reside la verdadera humanidad.