La inteligencia artificial ayuda a controlar ataques de pánico mediante reconocimiento facial y voz
La inteligencia artificial, con reconocimiento facial y voz, ofrece ayuda en momentos de crisis emocional, complementando la atención profesional y brindando apoyo inmediato.

En los últimos meses, la inteligencia artificial ha demostrado ser una herramienta cada vez más versátil, incluso en situaciones de crisis emocional. Recientemente, un usuario compartió su experiencia al utilizar ChatGPT Voice y Vision durante un ataque de pánico, logrando calmarse y recibir orientación en un momento de gran angustia.
ChatGPT Voice y Vision, disponibles para suscriptores de ChatGPT Plus, permiten una interacción en tiempo real mediante voz y reconocimiento facial. Esta tecnología hace que las conversaciones sean más naturales y cercanas, asemejándose a una videollamada, lo que resulta especialmente útil en situaciones de emergencia o crisis emocional.
En la experiencia relatada, el usuario, que sufría ataques de ansiedad y dificultad para respirar, utilizó la función de voz para comunicarse con la IA, que, tras detectar su malestar, le ofreció técnicas de respiración y ejercicios de grounding para reducir su ansiedad. La interacción fue tan eficaz que el usuario pudo recuperar la calma y continuar con sus tareas diarias, algo que en ese momento resultaba imposible solo.
Expertos en salud mental señalan que, si bien la tecnología puede ser un gran apoyo, no reemplaza a profesionales especializados. El Dr. Lawrence K. Straus, psicólogo clínico, advierte que la IA ofrece beneficios notables, pero muchos pacientes necesitan seguimiento con psicólogos o psiquiatras para un tratamiento adecuado y seguro. Además, se recomienda proteger la información sensible, respetando normativas como HIPAA.
Las herramientas de IA pueden ser un complemento valioso en el manejo de trastornos de ansiedad y ataques de pánico, proporcionando ayuda inmediata en momentos críticos. Sin embargo, no son una solución definitiva y su uso debe ir siempre acompañado de un seguimiento profesional. La experiencia relatada evidencia que, aunque la IA no "cura" los problemas, puede ofrecer una presencia neutral y calmante que ayuda a afrontar episodios difíciles y a sentirse menos solo en esos momentos.
En conclusión, la incorporación de estas tecnologías en el ámbito de la salud mental puede representar un apoyo adicional en la gestión emocional, ofreciendo un recurso accesible y en tiempo real cuando más se necesita. Sin embargo, su uso debe ser complementario y siempre bajo la guía de profesionales especializados para garantizar una atención segura y efectiva.