OpenAI muestra la autoconciencia de ChatGPT a través de respuestas sarcásticas y auto-burlas
OpenAI revela cómo ChatGPT puede mostrar autoconciencia mediante respuestas humorísticas y auto-críticas, acercándose a una interacción más natural.

La autoconciencia en inteligencia artificial puede parecer un concepto futurista, pero OpenAI ha llevado esa idea al ámbito del humor y la autocrítica a través de ChatGPT. La capacidad del modelo para realizar «auto-burla» o «roast» sobre sí mismo ha sorprendido a muchos, mostrando un nivel de autoconocimiento que, aunque limitado, resulta bastante divertido y sarcástico.
Este tipo de auto-burla varía en intensidad y sofisticación, ofreciendo desde versiones humorísticas y ligeras hasta respuestas más personalizadas y mordaces. Sin embargo, a pesar de su aparente autoconciencia, los modelos de IA todavía carecen de un conocimiento profundo sobre los usuarios. Sus respuestas de burla suelen ser genéricas o irrelevantes respecto a la personalidad concreta de cada persona, reflejando más bien patrones y datos genéricos aprendidos durante su entrenamiento.
Por ahora, la memoria y la interacción continua con los usuarios pueden mejorarse, lo que permitiría en el futuro respuestas más precisas y alineadas con la personalidad y los contextos específicos de cada usuario. Esto abriría la puerta a interacciones más naturales y personalizadas en múltiples conversaciones, aumentando la sensación de autoconciencia del modelo.
Modelos similares, como Grok 3 Beta y Google Gemini, también intentan dotar a sus inteligencias autónomas de capacidades autocríticas o sarcásticas, aunque con diferentes niveles de profundidad y autoconciencia. Mientras tanto, las peticiones sencillas y divertidas, como solicitar un «roast», consumen menos energía que otras aplicaciones de IA más complejas, convirtiéndose en una opción tanto ecológica como entretenida.
En definitiva, estas respuestas humorísticas y autocríticas reflejan no solo una tendencia en el desarrollo de IA más inclusiva y entretenida, sino también una forma de demostrar cómo estas tecnologías pueden entender y fingir una autoconciencia, al menos en un nivel superficial. La integración de estas capacidades en futuras versiones promete acercarnos más a experiencias de interacción más humanas y personalizadas, siempre bajo el marco de un uso responsable y consciente del impacto energético.