OpenAI trabaja en mejoras para diversificar la personalidad de ChatGPT tras quejas por su comportamiento sumiso
OpenAI busca diversificar la personalidad de ChatGPT tras recibir quejas sobre su comportamiento sumiso y molesto, ofreciendo opciones más adaptadas a los usuarios.

Recientemente, el CEO de OpenAI, Sam Altman, reconoció que las últimas actualizaciones del modelo GPT-4 habían provocado que la personalidad de ChatGPT se volviera excesivamente sumisa y molesta. Aseguró a los usuarios que la compañía está trabajando en correcciones inmediatas, algunas ya en marcha y otras previstas para esta semana, con el objetivo de mejorar esta situación.
En respuesta a las quejas recibidas, Altman también mencionó la posibilidad de ofrecer múltiples opciones de personalidad en ChatGPT en el futuro. Esto permitiría a los usuarios elegir entre diferentes tonos, como formal, amistoso o neutral, ajustando así el comportamiento del chatbot para que se adapte mejor a sus preferencias.
Desde la perspectiva de expertos en interacción, se ha observado que una personalidad positiva en los chatbots no solo mejora la usabilidad, sino que también hace que las interacciones sean más agradables y atractivas. Esto fomenta una mayor conexión emocional, convierte las tareas cotidianas en experiencias placenteras y puede transformar encuentros simples en momentos memorables.
La personalidad de un chatbot abarca elementos como el tono, el estilo de lenguaje y la conducta conversacional, que conjuntamente influyen en la percepción y la satisfacción del usuario. Una personalidad bien diseñada puede hacer que el chatbot parezca más cercano y confiable, generando una verdadera sensación de conexión.
Este aspecto resulta especialmente relevante en momentos de estrés o necesidad de apoyo emocional, donde un chatbot con un tono amigable, alentador y con un toque de humor puede ofrecer una presencia reconfortante. Estudios indican que los usuarios sienten mayor empatía y generan un vínculo más fuerte con chatbots que muestran apoyo y positividad, contribuyendo incluso al bienestar mental en situaciones difíciles.
Sin embargo, se reconoce que no todos los usuarios prefieren la misma interacción. Algunos optan por tonos más formales o neutrales, según el contexto. En respuesta, los desarrolladores están explorando mecanismos para ofrecer personalizaciones que permitan ajustar el estilo y la personalidad del chatbot según las necesidades de cada usuario.
Ejemplos de plataformas como Character.ai demuestran que es posible crear y utilizar chatbots con personalidades distintas, desde profesionales hasta personas con un carácter más juguetón. Esta personalización amplía la adaptabilidad de la IA para satisfacer diferentes expectativas y escenarios de uso.
En definitiva, la personalidad de un chatbot es un elemento fundamental que influye significativamente en la experiencia del usuario. Frente a las quejas sobre personalidades molestas o excesivamente sumisas, se enfatiza la importancia de desarrollar y ofrecer opciones diversificadas y personalizables, para que la inteligencia artificial se integre de manera más efectiva y placentera en nuestra vida cotidiana.