La tecnología impulsa la adaptación de la agricultura ante el cambio climático y la escasez de mano de obra
La innovación tecnológica transforma la agricultura para enfrentar el cambio climático y la escasez de mano de obra, asegurando productividad y sostenibilidad futura.

La agricultura enfrenta serios desafíos debido a la escasez de mano de obra y los efectos del cambio climático. La sequía y las temperaturas extremas han provocado pérdidas de hasta el 70% en algunos cultivos como las peras, con afectaciones también en mangos, cerezas y otros frutales. Para responder a estas dificultades, se están multiplicando las inversiones en tecnologías innovadoras como robots, drones, coberturas de alta tecnología y agricultura en ambientes controlados.
El sector ha visto un crecimiento en el mercado de tecnologías agritech, que en 2024 alcanza un valor estimado de 2.300 millones € a pesar de una disminución del 8% respecto a años anteriores. Un ejemplo destacado es Planet Farms, que invierte 200 millones € en instalaciones de agricultura en ambientes controlados, incluida una de las mayores infraestructuras del sector en Cirimido, Italia, con 20.000 m² de superficie cultivable. Estos centros aseguran la producción en condiciones optimizadas, distribuidos en varios países y destinados a reducir significativamente el consumo de agua y suelo, garantizando además calidad, seguridad y trazabilidad total.
Otra tendencia importante es la expansión de las farms verticales en Reino Unido y Escandinavia, que utilizan sistemas completamente automatizados y a escala industrial. Estas estructuras buscan garantizar la seguridad alimentaria protegiendo las cosechas contra riesgos geopolíticos, climáticos y logísticos. La protección de cultivos frutales también se ha intensificado con inversiones de hasta 100.000 € por hectárea en tecnologías específicas, así como proyectos de agrivoltaico en colaboración con empresas líderes del sector.
El interés por la robotización y la automatización en la agricultura crece, especialmente en las farms verticales, donde el proceso de automatización está más avanzado. Luca Travaglini, director técnico de Planet Farms, explica que estas infraestructuras ofrecen respuestas estructurales a la volatilidad climática y a los cambios en el comercio global, reduciendo un 95% el consumo de agua y un 93% el uso de suelo, sin comprometer calidad ni seguridad. Por su parte, Daniele Benatoff, CEO de Planet Farms, destaca que su plataforma tecnológica es replicable e independiente del clima, garantizando la producción pese a las variaciones climáticas.
La innovación también ha llegado al espacio, con iniciativas como la propuesta del astronauta Franco Malerba, que ha desarrollado una serra espacial llamada Adaptive Vertical Farm, diseñada para misiones de larga duración en la Estación Espacial Internacional. Esta tecnología, que se adapta a las necesidades de las plantas y duplica la eficiencia productiva en comparación con las serres verticales tradicionales, tiene potencial para su uso en ambientes extremos o aislados en la Tierra, como plataformas offshore, desiertos o zonas polares.
El cambio climático está afectando incluso regiones tradicionalmente muy productivas, como Sicilia, Puglia y Campania, que se están convirtiendo en áreas clave para cultivos como mangos, aguacates y papayas. Además, en Trentino, la Cooperativa Sant’Orsola ha implementado tecnologías que reducen la temperatura interna un 12% y el uso de agua un 14%, además de producir energía solar suficiente para un 35% de su consumo anual.
En conclusión, aunque la escasez de mano de obra y los efectos del cambio climático ponen en jaque la agricultura tradicional, las empresas del sector reaccionan mediante inversiones en innovación tecnológica. Desde las farms verticales y las instalaciones automatizadas hasta proyectos en ambientes extremos y la protección avanzada de cultivos, estas soluciones buscan garantizar la seguridad alimentaria futura y reducir el impacto ambiental, adaptándose a un escenario global cada vez más desafiante.