Tensiones internas y desacuerdos estratégicos afectan la relación entre Microsoft y OpenAI, retrasando el desarrollo de modelos de inteligencia artificial
Las tensiones internas y diferencias estratégicas entre Microsoft y OpenAI amenazan su colaboración y retrasan el avance de nuevos modelos de inteligencia artificial.

La relación entre Microsoft y OpenAI, que en su momento fue considerada una de las asociaciones más prometedoras en el ámbito tecnológico, muestra signos de tensión creciente en medio de diferencias estratégicas y comerciales. Aunque Microsoft ha invertido miles de millones de dólares en OpenAI y confía en su tecnología para potenciar productos como Copilot, informes recientes revelan que la compañía busca desarrollar sus propios modelos de inteligencia artificial para reducir su dependencia, lo que podría retrasar sus avances entre 3 y 6 meses respecto al líder del mercado.
Mientras tanto, las preferencias de los usuarios continúan favoreciendo a ChatGPT, el producto estrella de OpenAI, en detrimento de Copilot. Según datos recientes, ChatGPT recibe más visitas diarias y tiene una presencia mucho mayor en búsquedas y uso general, lo que refleja su popularidad global. Empresas como Amgen, que inicialmente tenían previsto adquirir licencias de Copilot para su personal, han optado finalmente por ChatGPT debido a su mayor eficacia en tareas de investigación y resumen de documentación científica. Estas decisiones evidencian que, pese a los esfuerzos de Microsoft por mejorar su producto y promover su integración con herramientas como Outlook y Teams, la experiencia y popularidad de ChatGPT siguen siendo superiores.
En el ámbito empresarial, casi el 70% de las compañías de la lista Fortune 500 utilizan Microsoft 365 Copilot y unas 3 millones de personas ya pagan por su licencia, lo que demuestra cierto interés en esta tecnología. Sin embargo, la percepción general señala que Copilot todavía no puede competir en calidad y usabilidad frente a ChatGPT. Las quejas de los usuarios principales apuntan a que Copilot no ofrece la misma potencia ni facilidad de uso, algo que Microsoft intenta remediar mediante iniciativas como la Copilot Academy, destinada a mejorar las habilidades de prompt engineering del personal.
Por otro lado, la competencia interna y las tensiones entre ambas compañías se han intensificado debido a las recientes quejas de OpenAI, que acusa a Microsoft de limitar o retrasar la adopción de sus modelos más avanzados y de no atender adecuadamente sus necesidades de infraestructura en la nube. Esta situación pone de relieve que, pese a la fuerte inversión de Microsoft y su interés estratégico en la inteligencia artificial, la compañía se encuentra en una carrera contra reloj para mantenerse a la vanguardia y consolidar su posición en un mercado cada vez más competitivo y fragmentado.