Cambios en las condiciones de uso de Meta permiten recopilar datos personales para entrenar IA en Facebook e Instagram
Meta utiliza publicaciones en Facebook e Instagram para entrenar su IA sin consentimiento, generando dudas sobre la protección de datos y la regulación necesaria.
Desde este martes, Meta utiliza públicamente publicaciones y fotos en Facebook e Instagram para entrenar su inteligencia artificial, sin contar con el consentimiento explícito de los usuarios. La compañía ha modificado sus condiciones de uso, permitiéndose además obtener este consentimiento mediante actualizaciones posteriores, argumentando que así busca mejorar que la IA entienda mejor las culturas y costumbres europeas. Sin embargo, expertos advierten que los filtros implementados para eliminar datos sensibles en estos modelos de inteligencia artificial son altamente poco efectivos, lo que podría resultar en la recopilación involuntaria de información personal delicada.
La autoridad encargada de protección de datos en Irlanda, donde Meta tiene su sede internacional, permite que la empresa continúe con estos cambios, tras aceptar las promesas de la compañía de incorporar filtros adicionales para eliminar datos personales. A pesar de ello, existen serias dudas tanto a nivel principista como práctico sobre la eficacia de estos mecanismos, ya que la tecnología de IA descubre patrones en grandes volúmenes de datos que no son fácilmente rastreables a información específica, dificultando así la eliminación efectiva de datos sensibles.
Este caso pone en evidencia la falta de preparación social ante la inteligencia artificial y el riesgo de manipulación política, especialmente en un contexto donde figuras como Mark Zuckerberg participan activamente en eventos políticos y las grandes tecnológicas ejercen una influencia significativa en Europa. La sociedad todavía no está suficientemente consciente ni preparada para afrontar estos desafíos, y la atención pública se centra principalmente en la utilización de datos personales en contenidos como fotos y mensajes, cuando en realidad la problemática es mucho más profunda y abarca potenciales violaciones a la privacidad y derechos civiles.
Expertos y organizaciones de protección de datos resaltan la necesidad de implementar estrategias nacionales de inteligencia artificial y una mayor regulación que garantice la protección de los derechos fundamentales. La situación actual revela la urgencia de establecer un marco regulatorio sólido que lleve a un uso responsable de la IA, evitando que intereses comerciales prevalezcan sobre el bienestar social y la protección de la privacidad de los ciudadanos.