ChatGPT mejora su capacidad de memoria en versiones de pago, permitiendo mayor continuidad en las conversaciones
ChatGPT en sus versiones de pago ahora ofrece mejoras en la memoria, facilitando una mayor continuidad, aunque con límites y opciones de control para los usuarios.

Desde versiones recientes, ChatGPT ha incorporado mejoras significativas en su capacidad para recordar información útil de chats anteriores, especialmente en las versiones de pago como Plus o Pro. Esto permite que la inteligencia artificial conserve detalles relevantes de conversaciones pasadas, facilitando una mayor continuidad en la interacción. Sin embargo, esta memoria no es infinita ni completamente perfecta, ya que ChatGPT no recuerda todo ni mantiene todos los detalles a largo plazo, por lo que los usuarios deben reintroducir información importante en cada proyecto o tarea recurrente.
La gestión de la memoria en ChatGPT es flexible y puede controlarse desde la plataforma. Es posible revisar, actualizar o eliminar memorias específicas en la configuración, además de activar un modo de chat temporal en el que la IA no recuerde nada de las conversaciones previas. Esta capacidad limitada busca un equilibrio entre utilidad y privacidad, evitando que la inteligencia artificial resulte invasiva o intrusiva. Así, OpenAI intenta mantener la transparencia y proteger la privacidad de la persona usuaria, limitando lo que la IA puede aprender o recordar.
La memoria de ChatGPT se compone de dos partes principales: las «memorias guardadas», datos explícitamente almacenados por el usuario como nombres, preferencias o proyectos, y los «patrones o preferencias inferidas» de conversaciones anteriores, que ayudan a mejorar la continuidad en la interacción. Para gestionar estos aspectos, se puede acceder a la configuración en la sección de Personalización y Memory. Además, es posible enseñar a ChatGPT a recordar ciertos detalles mediante instrucciones personalizadas durante la conversación y verificar qué información tiene almacenada en cualquier momento.
Aunque la tecnología de memoria ha avanzado considerablemente, aún presenta limitaciones. Los experimentos muestran que es difícil predecir qué detalles retiene el sistema y que solo recuerda información que ha sido explícitamente guardada o repetida con frecuencia. Por ello, los usuarios deben reintroducir datos importantes en sesiones sucesivas para mantener la coherencia, sobre todo en proyectos a largo plazo o tareas recurrentes.
Este enfoque en la gestión de la memoria responde a la necesidad de equilibrar utilidad con seguridad, transparencia y privacidad. OpenAI busca evitar que ChatGPT se vuelva invasivo o demasiado intrusivo, por lo que la memoria es limitada y accesible. Además, existen herramientas como las instrucciones personalizadas, que permiten establecer preferencias de tono, formato u objetivos, independientemente del sistema de memoria activo. También es posible activar un modo temporal de conversación en el que ChatGPT no recordará nada de las sesiones previas, lo que garantiza un mayor control a la persona usuaria.
En definitiva, la memoria de ChatGPT está en constante evolución y mejora para ofrecer mayor continuidad en las conversaciones. Sin embargo, sigue siendo necesario que las personas usuarias sean proactivas y reintroduzcan información relevante cuando convenga. La idea es que ChatGPT funcione como un asistente útil que, en ocasiones, olvida detalles, por lo que es recomendable gestionar sus configuraciones y proporcionar contexto de forma continua para obtener mejores resultados.