ChatGPT muestra sus limitaciones ante una partida de ajedrez en una consola Atari 2600 emulada

A pesar de su popularidad, ChatGPT demuestra limitaciones sorprendentes en tareas que requieren lógica y percepción espacial, como una partida de ajedrez en una consola vintage.

El uso cotidiano de ChatGPT está cada vez más consolidado en nuestras vidas, como demuestra el caos generado tras su reciente caída en el sistema de OpenAI. Aunque este modelo de lenguaje nos ayuda en diversas tareas, recientes experimentos han puesto a prueba sus límites en ámbitos novedosos y sorprendentes.

Uno de los experimentos más llamativos fue realizado por el ingeniero de Citrix Robert Jr. Caruso, quien decidió poner a ChatGPT a competir en una partida de ajedrez contra una consola Atari 2600 virtual emulada mediante Stella. La Atari, con apenas 1,19 MHz en su CPU, representa un hardware muy inferior a las capacidades actuales y demuestra que la antigüedad también tiene peso en estas pruebas.

El resultado fue claramente desfavorable para la inteligencia artificial. ChatGPT fue completamente incapaz de jugar correctamente, cometiendo errores evidentes, como confundir las piezas (por ejemplo, torres con alfiles), omitiendo movimientos obvios, especialmente con los peones, y sin considerar más de uno o dos movimientos adelante. La partida, que duró aproximadamente 90 minutos, requirió constantes correcciones por parte del ingeniero, quien evitó que el bot reiniciara la partida y corrigió su percepción del tablero en cada turno.

El experimento subraya que, a pesar de la sofisticación de los modelos de lenguaje actuales, su rendimiento no siempre se traslada a ámbitos donde se requiere lógica y planificación espacial, como el ajedrez. La comparación con una consola de hace casi 50 años revela las limitaciones de ChatGPT en tareas que exigen habilidades de razonamiento profundo y reconocimiento visual en entornos que, aunque parecen sencillos, son complejos en su dinámica interna.