Controversia en Nvidia por prácticas restrictivas que limitan la transparencia en análisis de sus tarjetas gráficas
Nvidia enfrenta críticas por medidas que limitan la transpariencia y la independencia en las pruebas y análisis de sus productos gráficos.

Recientemente, Nvidia ha generado controversia en el mundo tecnológico debido a sus prácticas restrictivas con los medios de comunicación y su influencia en las pruebas y análisis de sus productos. La compañía obliga a los medios a firmar acuerdos de confidencialidad que limitan la forma en que pueden realizar y comunicar sus pruebas de hardware, permitiendo únicamente ciertos tests con juegos específicos y con tecnología DLSS4, que genera frames mediante inteligencia artificial. Estas restricciones distorsionan la percepción real del rendimiento de sus tarjetas gráficas y generan desconfianza entre consumidores y medios, ya que se limita el acceso a información técnica y a modelos de prueba variados.
Además, Nvidia intenta influir en las historias y contenidos producidos por canales de YouTube y medios especializados, presionando para que los contenidos técnicos sean limitados y controlados. Por ejemplo, se reporta que en pruebas de modelos como la RTX 5060 Ti con 8GB de memoria se ha presionado a los fabricantes de hardware para que no distribuyan versiones con menor capacidad, dificultando al consumidor conocer todas las opciones disponibles. Esto puede llevar a que compradores adquieran modelos con menor rendimiento sin estar plenamente informados, afectando la transparencia de las pruebas de productos.
Asimismo, estas prácticas restringen la diversidad de pruebas en diferentes escenarios, lo que afecta la percepción del producto por parte del público. Los medios que aceptan estas condiciones pierden credibilidad, ya que las evaluaciones parecen adaptadas a los intereses de Nvidia en lugar de reflejar un análisis independiente y objetivo. La relación de Nvidia con los medios se ha visto marcada por presiones y acuerdos que limitan la información técnica y el acceso a hardware, creando un entorno donde la confianza en las reseñas se ve comprometida.
Por otro lado, en el apartado del soporte técnico, Nvidia presenta mayores dificultades en el entorno Linux en comparación con AMD. Mientras AMD ha integrado sus controladores en el kernel de Linux, facilitando un rendimiento estable y sin necesidad de instalaciones adicionales, Nvidia mantiene controladores propietarios que, en muchos casos, ofrecen menor rendimiento y soporte en plataformas como SteamOS o en juegos bajo Linux. Esto favorece a AMD en el mercado del gaming en sistemas operativos abiertos y limita las opciones para usuarios que prefieren Linux para sus tareas diarias.
En el ámbito de la programación y el uso de hardware, Nvidia mantiene su monopolio con CUDA, una plataforma de programación que solo funciona en sus tarjetas gráficas. Desde su lanzamiento en 2007, CUDA ha facilitado el desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial, entrenamiento de redes neuronales y otros cálculos paralelos, logrando que Nvidia domine el mercado de hardware para IA con una cuota estimada del 80–90%. Esta situación crea un entorno en el que la competencia es prácticamente inexistente y que, si bien beneficia a Nvidia en innovación, limita la diversidad y el acceso de otros fabricantes a este creciente campo.
En cuanto a la disponibilidad y precios, Nvidia también ha sido criticada por la escasez de sus productos incluso meses después de su lanzamiento, con precios por encima de la línea de venta original. La compañía afirmó en marzo que la disponibilidad era alta, pero pruebas y experiencias de usuarios muestran lo contrario, reflejando una situación de mercado muy distinta. Esto ha generado que muchos consumidores desconfíen de las promesas de Nvidia, que parece alejarse de la realidad del mercado y concentrarse en mantener su dominancia, incluso con prácticas cuestionables.
En conclusión, las acciones de Nvidia en los últimos tiempos plantean interrogantes sobre su compromiso con la transparencia y la competencia leal. Sus restricciones a los medios, el control del mercado de software mediante CUDA, las limitaciones en el soporte en Linux y la gestión de la distribución de sus tarjetas gráficas parecen estar orientadas a mantener su posición dominante, pero a costa de la confianza de la ciudadanía y del mercado en general. La comunidad tecnológica y las personas consumidoras esperan que la competencia, especialmente de AMD, siga creciendo para ofrecer mejores opciones y mayor innovación en un mercado cada vez más importante para la inteligencia artificial y el gaming.