Expertos advierten sobre los riesgos de confiar exclusivamente en la inteligencia artificial en el entrenamiento físico
La inteligencia artificial en fitness ofrece ventajas, pero expertos advierten sobre riesgos y la importancia del asesoramiento profesional para evitar lesiones.
El uso de la inteligencia artificial en el ámbito del fitness ha crecido considerablemente, ofreciendo soluciones rápidas y gratuitas para crear planes de entrenamiento y responder a consultas sobre salud física. Sin embargo, expertos advierten sobre los riesgos de confiar únicamente en estos sistemas automatizados.
Uno de los principales puntos débiles de la IA en este sector es su incapacidad para evaluar la ejecución de cada ejercicio, detectar fatiga o adaptar los entrenamientos en tiempo real. Además, puede omitir fases importantes como semanas de descarga o días dedicados a la recuperación, aspectos fundamentales para evitar lesiones y favorecer un progreso saludable.
Según profesionales certificados, la evaluación del historial de lesiones, el análisis biomecánico y la adaptación de los programas según las necesidades individuales son tareas que solo un entrenador humano puede realizar eficazmente. La IA, en cambio, puede ser peligrosa para quienes desconocen sus propios límites, poniendo en riesgo su integridad física y haciendo que el entrenamiento sea ineficaz o incluso dañino.
Por ello, los expertos recomiendan usar la inteligencia artificial como fuente de inspiración y guía básica, siempre complementada con asesoramiento profesional. Los entrenadores certificados estructuran sus planes basándose en movimientos fundamentales —como push, pull, hinge, squat y carry— para asegurar un equilibrio entre desafío y recuperación. Un programa efectivo debe ser flexible y ajustarse a los objetivos, capacidades y evolución de cada persona, permitiendo cambios según su progreso y condición personal.
Además, un plan seguro y realista no se centra solo en la progresión gradual y en superar obstáculos físicos, sino también en escuchar el cuerpo, priorizar la recuperación y evitar sobrecargas que puedan derivar en lesiones. La orientación de un experto y el uso de recursos confiables en tutoriales y guías especializadas garantizan un entrenamiento más seguro y efectivo, complementando las limitaciones de la inteligencia artificial en el entrenamiento físico.