Cómo funciona ChatGPT y los riesgos asociados a sus respuestas, como las 'alucinaciones' y sesgos
Descubre cómo funciona ChatGPT, sus posibles errores y sesgos, y aprende a usar esta herramienta de forma segura y crítica.

ChatGPT se ha convertido en una herramienta cada vez más utilizada por millones de personas para realizar tareas que van desde planificar vacaciones y redactar correos electrónicos hasta depurar código y crear perfiles para aplicaciones de citas. Aunque muchos valoran su utilidad, existe un desconocimiento general sobre cómo funciona realmente esta inteligencia artificial.
Lo fundamental es entender que ChatGPT no busca la verdad, sino que predice el texto más probable en función de patrones aprendidos, lo que puede generar respuestas falsas o inventadas, conocidas como «alucinaciones». Este fenómeno ocurre con frecuencia y representa un riesgo importante, ya que el sistema puede ofrecer información incorrecta que parece convincente.
Por esta razón, se recomienda abordar siempre sus respuestas con pensamiento crítico, verificando nombres, datos y estadísticas, incluso cuando la IA tenga capacidad para buscarlos en tiempo real. Es esencial considerar cada respuesta como un primer borrador y no como información definitiva.
Además, ChatGPT tiende a confirmar sesgos existentes y prejuicios, ofreciendo respuestas que refuerzan ciertos puntos de vista si se le hacen preguntas dirigidas o parcializadas. Sin embargo, mediante instrucciones precisas, como pedirle que adopte diferentes roles o que presente múltiples enfoques sobre un tema, se puede estimular una interacción más enriquecedora y desafiante.
Para obtener mejores resultados, se aconseja ser específico en las instrucciones y definir claramente objetivo, público, tono y formato del contenido deseado. Así, la IA puede actuar como un asistente que ayuda en la generación de ideas, estructura y borradores iniciales, dejando las decisiones creativas y los juicios finales en manos del usuario.
Es importante recordar que, aunque ChatGPT puede parecer tener cierta sabiduría o empatía, en realidad es un motor de predicción de texto sin capacidades humanas reales. Utilizarlo como colaborador o guía, en lugar de sustituto de la experiencia o el juicio propio, maximiza su utilidad y minimiza riesgos como la dependencia excesiva o la confianza ciega en sus respuestas.