Google Beam, la tecnología de videoconferencia en 3D, llega a las empresas para ofrecer interacciones más naturales y realistas
Google Beam revoluciona las videoconferencias con tecnología 3D, ofreciendo experiencias más inmersivas y naturales en entornos empresariales, aún con desafíos por explorar.

Google Beam, la tecnología de videoconferencia en 3D anteriormente conocida como Project Starline, está listo para llegar a las empresas y promete transformar la forma en que las personas interactúan a distancia. Esta innovadora solución busca superar las limitaciones de las plataformas habituales, ofreciendo una experiencia inmersiva y con un realismo que simula la presencia física de quienes participan en la llamada.
Desde su primera presentación en 2021, Project Starline mostró la visión de Google de crear soluciones tecnológicas que reescribieran las formas de interacción digital. La idea de una cabina de videoconferencia en 3D capaz de replicar la sensación de una reunión cara a cara generó gran interés, pese a que inicialmente no existían perspectivas comerciales inmediatas.
Hoy en día, la tecnología ha alcanzado un nivel de madurez que ha permitido su cambio de marca a Google Beam y su distribución en múltiples oficinas antes de finalizar 2023. Un aspecto clave de esta evolución es la miniaturización del sistema, que lo hace más competitivo en costes respecto a otros sistemas de videoconferencia del mercado. Sin embargo, un desafío importante es la posibilidad de que otras empresas desarrollen hardware compatible con Beam, ampliando su alcance y potencial.
Según señaló el director general del proyecto, Andrew Nartker, el hardware es solo un medio; el verdadero valor radica en la capacidad de «proyectar» a las personas en cualquier lugar mediante una infraestructura diseñada con precisión. El núcleo tecnológico de Google Beam combina pantallas de campo de luz con seis cámaras que trabajan en conjunto para generar una representación volumétrica en tiempo real del interlocutor, sin necesidad de gafas o visores. Este sistema favorece una interacción más natural, más allá de la invasividad que puede representar el uso de dispositivos especiales.
El sistema está formado por un display resistente, una unidad de procesamiento basada en Chrome OS de tamaño comparable a un reproductor de DVD y un modelo de inteligencia artificial personalizada que, en colaboración con Google Cloud, transforma los flujos de vídeo estándar en experiencias 3D fotorrealistas. Google ha proporcionado también un diseño de referencia a los fabricantes, siendo HP uno de los primeros en desarrollar hardware con esta tecnología. La plataforma de Google Beam aprovecha la inteligencia artificial para convertir vídeos 2D en entornos virtuales en 3D, garantizando así una comunicación más fiable, compatible con los flujos de trabajo existentes y una experiencia que se asemeja mucho a una interacción cara a cara.
¿Qué opinas? ¿Participar en videoconferencias en 3D te parecería menos molesto o más cercano? Déjanos tus comentarios abajo. Mientras tanto, Google continúa innovando en otras áreas, como revolucionar la búsqueda con su modo AI, que ya está en marcha en diferentes regiones.