Google implementará restricciones en la instalación de aplicaciones no certificadas en Android a partir de otoño de 2026
A partir de 2026, Google aplicará nuevas restricciones que limitarán la instalación de aplicaciones no certificadas en dispositivos Android.
A partir del otoño de 2026, Google impondrá nuevas restricciones que limitarán el uso de dispositivos Android certificados. Solo se podrán instalar aplicaciones que hayan sido firmadas y registradas previamente con Google, eliminando así la posibilidad de realizar instalaciones mediante sideloading de forma anónima.
Desde 2023, estas restricciones ya están vigentes para las aplicaciones distribuidas a través de Google Play Store. La novedad ahora es que también se aplicarán a las instalaciones directas en los dispositivos, sin uso de la tienda oficial. Google aclaró que no realiza revisiones sobre el contenido de las aplicaciones, pero justificó la medida como un avance en seguridad para facilitar la identificación y el seguimiento legal de los desarrolladores.
Para registrar una aplicación, los desarrolladores deben presentar datos personales como nombre, dirección, correo electrónico y número de teléfono, a menudo acompañados de documentos oficiales como facturas y, en algunos países, una identificación con foto emitida por una autoridad. En el caso del Espacio Económico Europeo (EEE) y Suiza, Google exige que estas identificaciones provengan de autoridades locales. Además, las empresas deberán tramitar un DUNS Number con la empresa Dun & Bradstreet, proceso que puede tardar hasta 30 días, aunque en algunos países es posible pagar por un trámite exprés.
Este procedimiento aumentará los costes y las barreras para quienes intenten distribuir software malicioso o realizar actividades ilegales. Sin embargo, también supone un control más estricto que podría facilitar la persecución de desarrolladores con intenciones ilícitas y disminuir la experimentación privada en dispositivos no certificados.
La medida no contempla excepciones para software desarrollado de forma independiente, salvo en los dispositivos no certificados, que son pocos fuera de China y Corea del Norte. Cualquier dispositivo con servicios preinstalados de Google se considerará certificado, reforzando así el control sobre el ecosistema Android.