Google limita las actualizaciones estéticas en la línea Pixel, enfocándose en mejoras de software e inteligencia artificial
Google busca ofrecer cambios estéticos mínimos en sus smartphones Pixel, priorizando mejoras en software, inteligencia artificial y tecnologías emergentes.
Google ha anunciado cambios oficiales en su estrategia de diseño para la línea de smartphones Pixel, señalando que las actualizaciones estéticas serán mínimas y se realizarán cada dos o tres años. La serie Pixel 10, presentada recientemente, mantiene una apariencia muy similar a la Pixel 9, en línea con la visión de la compañía de centrarse en mejoras de software y tecnologías de inteligencia artificial en lugar de cambios radicales en el hardware.
Según Ivy Ross, directora de Diseño de Hardware en Google, las futuras generaciones, como la Pixel 11 prevista para 2026 y la Pixel 12 para 2027, seguirán un concepto similar en innovación estética. La estrategia de Google no busca competir por cuota de mercado en ventas de smartphones, sino crecer mediante innovación tecnológica y un enfoque sólido en inteligencia artificial, reconociendo que nunca dominará el mercado global de teléfonos.
En cuanto a otros productos, Google ha confirmado que no planea lanzar teléfonos plegables en formato «clamshell», similar a los clásicos teléfonos de concha, ni smart rings. Además, ha decidido poner en pausa el desarrollo de nuevas tabletas, manteniendo en el mercado únicamente el Pixel Tablet, lanzado en 2023, a la espera de un momento más adecuado para potenciar esa categoría.
Sobre las gafas inteligentes, la compañía todavía evalúa si volverá a lanzar un dispositivo similar a Google Glass, lanzado en 2012. Aunque no existe un plan definido, Google trabaja en hardware para realidad aumentada extendida (XR), en colaboración con socios como Samsung, Gentle Monster y Warby Parker, centrando el desarrollo en gafas con Android XR. Los ejecutivos creen que estas gafas no reemplazarán a los smartphones, sino que los complementarán, ayudando a reducir quizá la dependencia del teléfono móvil central en el futuro y aumentando la interoperabilidad con otros dispositivos del ecosistema.