Google promociona el Pixel 10 con diseño similar a su predecesor y mantiene funcionalidades cuestionables
Google anuncia el próximo Pixel 10 destacando un diseño similar y funciones que, pese a su polémica, permanecen en la lista de novedades.
Google ha comenzado a promocionar el próximo lanzamiento de la serie Pixel 10 con un teaser que revela algunas características de los futuros teléfonos. Destaca la similitud en el diseño del Pixel 10 Pro con su predecesor, el Pixel 9 Pro, evidenciando una tendencia a mantener el estilo sin cambios significativos.
Uno de los aspectos que vuelve a aparecer en estos dispositivos es el sensor de temperatura, una función que en su momento generó expectativas por su potencial utilidad. Sin embargo, en la práctica, esta característica ha resultado poco efectiva y ha generado escepticismo entre usuarios y expertos. Originalmente pensada para monitorear fiebre durante la pandemia de COVID-19, su utilidad en el día a día es mínima, ya que la mayoría de las personas ha dejado de usarla de forma habitual.
Además, este sensor no cuenta con aprobación de la FDA en el momento de su lanzamiento, lo que limita aún más su aplicabilidad en contextos médicos. Aunque inicialmente la función parecía prometedora, la disminución del riesgo de COVID-19, junto con la falta de regulación, ha reducido su relevancia y demanda. Google incluso pudo haberla incluido en modelos anteriores como el Pixel 6 Pro o Pixel 7 Pro, pero su implementación llegó demasiado tarde y con un beneficio cuestionable.
En el uso cotidiano, la mayoría de usuarios, incluso quienes poseen un Pixel 9 Pro equipado con sensor de temperatura, consideran que la función rara vez ha sido útil. La limitación principal radica en que pocos necesitan medir temperatura con su teléfono, prefiriendo en su lugar dispositivos especializados como termómetros dedicados. La presencia de esta característica, por tanto, se percibe como un gasto innecesario de recursos y dinero, a pesar del incremento en los precios de los dispositivos Pixel en los últimos años.
Analistas y usuarios coinciden en que Google podría aprovechar mejor esos recursos para mejorar aspectos más importantes de sus teléfonos, como la calidad de la cámara, la duración de la batería o la incorporación de nuevas funciones de inteligencia artificial. La inclusión continua del sensor de temperatura parece ser más una decisión de mantener hardware que no aporta un valor real que una función destinada a ofrecer beneficios concretos.
Mientras tanto, los rumores apuntan a que en el próximo Pixel 10 Google podría introducir también la carga magnética Qi2, bajo el nombre «PixelSnap», así como otras novedades que siguen generando expectativa entre los entusiastas de la marca. Sin embargo, la principal incógnita permanece en las verdaderas motivaciones de Google para mantener funciones como el sensor térmico, que parecen haber llegado para quedarse sin una justificación clara.