Incidente en Estocolmo revela los riesgos de confiar ciegamente en sistemas de asistencia al conducir como el Autopilot de Tesla
El uso incorrecto de sistemas de asistencia puede poner en peligro la vida de conductores y peatones, como demuestra un reciente incidente en Estocolmo.
El uso de sistemas de asistencia a la conducción, como el Autopilot de Tesla, ha generado debates y controversias sobre su verdadera autonomía y el nivel de atención que requiere el conductor. Aunque Tesla promociona su función Full Self-Driving como una opción de conducción totalmente autónoma, en realidad se trata de un sistema de asistencia que obliga a mantener las manos en el volante y la atención en todo momento.
Un incidente reciente en Estocolmo ejemplifica claramente los riesgos asociados a una percepción errónea sobre la capacidad del sistema. Un conductor en la autopista sur de la ciudad fue detectado por la policía después de que un automovilista adyacente notificara que el vehículo, un Tesla Model X, circulaba por el carril izquierdo sin adelantar, con el conductor completamente dormido. Se informó que llevaba varios kilómetros en esa condición, aparentemente durmiendo con un ojo abierto, sin percatarse del entorno.
Tras alertar a las autoridades, una patrulla logró alcanzarlo y, tras intentar despertarlo, inició varias señales para llamar su atención. Finalmente, el conductor se despertó de forma abrupta y realizó un volantazo que casi impacta contra el coche policial. Según sus declaraciones, el conductor, que trabaja como repartidor, explicó que conducía cansado por la falta de sueño la noche anterior y que el uso del Autopilot le generó una falsa sensación de seguridad.
Este episodio se suma a otros incidentes similares en países como Canadá, Estados Unidos y varios países europeos, donde conductores se han dormido al volante con el sistema de asistencia de Tesla activado, provocando persecuciones policiales y maniobras peligrosas en las carreteras. A pesar del nombre Full Self-Driving, el sistema no es completamente autónomo, pero muchos conductores todavía interpretan erróneamente su funcionamiento y confían demasiado en sus capacidades.
Este tipo de situaciones subraya la importancia de entender las limitaciones de los sistemas de asistencia y la necesidad de mantener una atención constante al conducir, incluso con tecnologías avanzadas. La irresponsabilidad y el desconocimiento han puesto en peligro la seguridad vial en múltiples ocasiones y recuerdan que, por ahora, la conducción autónoma aún requiere supervisión humana permanente.