Influencias del lenguaje de ChatGPT en la comunicación cotidiana y sus posibles implicaciones
El uso de ChatGPT está transformando nuestro modo de comunicarnos, impactando el vocabulario y la expresión emocional en la vida diaria.
Desde su innovador lanzamiento a finales de 2022, ChatGPT ha cambiado radicalmente la forma en que las personas se comunican y escriben en su día a día. Millones de usuarios han recurrido a esta inteligencia artificial para redactar desde correos electrónicos y ensayos hasta votos nupciales y mensajes de disculpa, pero lo que antes parecía ser solo una ayuda ahora está dejando huella en nuestro lenguaje cotidiano.
Un reciente análisis realizado por investigadores del Instituto Max Planck, destacado en Scientific American, revela que palabras comúnmente asociadas a ChatGPT, como «delve», «tapestry» y «nuance», están ganando terreno en las conversaciones diarias. Tras estudiar más de 700.000 horas de podcasts y vídeos de YouTube transcritos, los expertos detectaron un incremento estadísticamente significativo en el uso de vocabulario estilo GPT, incluso en personas que no se dan cuenta de que están imitando el modo de hablar de un chatbot.
El lenguaje de modelos como ChatGPT, entrenados con enormes cantidades de datos, suele tener un tono pulido, académico y a veces más verbose (extenso). Este estilo, que suele incluir palabras como «explore», «compelling» o «robust», ha comenzado a filtrarse en el habla cotidiana, influyendo incluso en interacciones cara a cara. Como explicó Jon Kleinberg, científico informático de la Universidad de Cornell, «el lenguaje de ChatGPT es contagioso y muchas personas se sienten atraídas por él porque parece autoritativo».
Esta influencia no es necesariamente negativa. El personal docente ya observa cómo la presencia de ChatGPT puede mejorar la claridad en la escritura, especialmente en quienes aprenden inglés o enfrentan dificultades con la cohesión y estructura textual. Un estudio de Smart Learning Environments mostró que quienes usan ChatGPT como asistente de escritura mejoran su coherencia, vocabulario y gramática, ganando mayor confianza en su expresión escrita.
Sin embargo, también existen preocupaciones relevantes. A medida que la inteligencia artificial se convierte en una compañera silenciosa en nuestras tareas diarias, existe el riesgo de que perdamos algunos estilos únicos y expresiones culturales. La tendencia a adoptar patrones de discurso estilo GPT puede hacer que nuestras comunicaciones, desde correos electrónicos hasta publicaciones en redes sociales, se vuelvan menos personales y más homogéneas. En momentos de carga emocional, como una disculpa o una ruptura, el uso de lenguaje generado por IA puede disminuir la riqueza del matiz emocional y hacer que las palabras suenen «off» o poco sinceras.
Además, el perfil lingüístico predeterminado de herramientas como ChatGPT está basado en el inglés estadounidense, lo que podría contribuir a la desaparición paulatina de dialectos regionales y modismos culturales, disminuyendo la diversidad en la expresión humana. Aunque no es un fenómeno que vaya a desaparecer de un día para otro, sí invita a ser más conscientes sobre cómo utilizamos estas tecnologías y qué partes de nuestra identidad lingüística estamos dispuestos a preservar.
Expertos recomiendan que los usuarios vean a la IA como un primer borrador que puede mejorar la claridad y el estilo, pero que debe complementarse siempre con un toque personal. En definitiva, la tecnología está ayudándonos a ser más articulados, pero a costa de menos humanidad en nuestros registros personales. La clave está en recordar que, aunque ChatGPT puede ayudarte a perfeccionar una frase, solo tú puedes aportar ese toque auténtico que la hace sentir verdadera y emocional.