La inteligencia artificial en ChatGPT se convierte en canal de publicidad y recomendaciones personalizadas
La inteligencia artificial en ChatGPT evoluciona hacia un canal de publicidad y recomendaciones personalizadas, planteando nuevos desafíos éticos y de privacidad.
La incorporación de publicidad en ChatGPT y la posible expansión a otros chatbots indican que la inteligencia artificial (IA) se está consolidando como un canal cada vez más relevante en el proceso de compra y decisión del consumidor. Movimientos recientes de OpenAI, como la introducción de funciones personalizadas que analizan historiales de búsqueda, chats previos y aplicaciones conectadas, facilitan recomendaciones específicas—como sugerencias de restaurantes durante viajes—y automatizan compras a través de herramientas como ChatGPT Atlas y sistemas de pago instantáneo.
Estas innovaciones convierten a la IA en un intermediario directo en las transacciones comerciales, integrando recomendaciones útiles con mensajes publicitarios que, por su tono conversacional y personalizado, podrían no ser fácilmente identificados como anuncios por los usuarios. Este enfoque transforma radicalmente la línea entre ayuda genuina y estrategia comercial, evidenciando la dificultad para distinguir entre recomendaciones neutrales y preferencias pagadas.
El principal desafío ético surge cuando estas recomendaciones responden a acuerdos de patrocinio, lo que puede afectar la autonomía del usuario y reducir la confianza en los asistentes virtuales, percibidos antaño como herramientas objetivas. En respuesta, reguladores internacionales plantean exigir mayor transparencia para que la ciudadanía sepa cuándo una sugerencia ha sido pagada y cómo se manejan sus datos personales en estos mensajes comerciales.
Además, estas transformaciones están obligando a replantear las estrategias publicitarias en el ecosistema digital. La relevancia de estas nuevas funciones radica en que, al promover recomendaciones y compras automatizadas, la IA se convierte en un nuevo canal publicitario de gran potencial, enriqueciendo el viaje del consumidor con sugerencias hiperpersonalizadas pero también planteando interrogantes sobre la privacidad y la ética en la publicidad digital.