La inteligencia artificial como herramienta complementaria en la planificación de entrenamientos físicos
La inteligencia artificial muestra su potencial en la creación de programas de entrenamiento, complementando la labor de entrenadores y facilitando el acceso a planes personalizados.
En la era digital, la inteligencia artificial empieza a tener un impacto significativo en distintas áreas, incluida la planificación de entrenamientos físicos. Una experiencia reciente en la que un periodista utilizó ChatGPT para diseñar un programa de entrenamiento de volumen conocido como German Volume Training (GVT) revela tanto las potencialidades como las limitaciones de esta tecnología. El plan, de cuatro semanas y compuesto por 10 series de 10 repeticiones en cada ejercicio, busca promover el crecimiento muscular mediante sobrecarga progresiva sin requerir días excesivos en el gimnasio.
El usuario explicó que su objetivo era incrementar la fuerza y el volumen, usando solo una barra y un conjunto de mancuernas, y solicitó un plan que facilitara progresiones claras y seguimiento del rendimiento. ChatGPT respondió con un programa detallado, que incluía cargas iniciales sugeridas y progresiones semana a semana, basándose en referencias específicas como máximos de peso para sentadillas frontales y press de banca. La inteligencia artificial también proporcionó instrucciones precisas sobre la técnica en cada ejercicio, enfatizando aspectos como la profundidad en las sentadillas y la postura adecuada en el press.
Entre los ejercicios recomendados destacan la sentadilla frontal, que trabaja cuádriceps, glúteos y core, y el press de banca, que involucra la parte superior del cuerpo y estabiliza el core. Complementariamente, se sugieren movimientos como remos con barra, lunges y ejercicios accesorios opcionales, diseñados para trabajar músculos similares desde distintos ángulos y prevenir el sobreentrenamiento.
El usuario, con experiencia en levantamiento de pesas, valoró particularmente la capacidad de ChatGPT para estimar cargas de inicio basándose en promedios de fuerza y ofrecer una guía clara de progresión. No obstante, reconoció que la IA no puede ajustar en vivo la técnica, motivar ni interpretar las capacidades del deportista en tiempo real, aspectos en los que el entrenamiento personal mantiene su valor fundamental. La supervisión humana sigue siendo clave para asegurarse de realizar los movimientos con la forma correcta y adaptarse a las respuestas del cuerpo.
Este ejemplo evidencia cómo las herramientas de inteligencia artificial pueden ser un complemento útil para quienes buscan planes de entrenamiento accesibles y bien estructurados, siempre que tengan conocimientos básicos de técnica y sepan formular las preguntas correctas. La relación entre atleta y entrenador humano continúa siendo insustituible en aspectos de motivación, corrección en vivo y adaptación dinámica, pero la tecnología abre nuevas posibilidades para democratizar y facilitar el acceso a programas personalizados y efectivos.