Kim Kardashian revela su experiencia usando ChatGPT para estudiar y los riesgos de confiar en respuestas automáticas
Kim Kardashian comparte su experiencia usando ChatGPT para estudiar y advierte sobre los peligros de confiar ciegamente en respuestas automáticas.
Kim Kardashian, conocida por su constante conexión con la tecnología, ha revelado que ha utilizado ChatGPT para estudiar y realizar exámenes. Sin embargo, admitió que confió demasiado en las respuestas del chatbot y, en algunos casos, suspendió debido a la inexactitud de la inteligencia artificial. Este testimonio cobra relevancia en medio de rumores que circulaban en internet, donde se sugería que ChatGPT habría dejado de ofrecer asesoría legal y médica debido a una supuesta modificación en sus términos de servicio.
Estos rumores afirmaban que OpenAI había añadido una cláusula que impedía a ChatGPT brindar asesoramiento especializado sin la intervención de un profesional licenciado, lo que generó preocupación entre los usuarios sobre la legitimidad de su uso en temas legales y sanitarios. Sin embargo, la compañía desmintió rápidamente esta información, aclarando que no hubo cambios en sus términos de servicio y que la función del chatbot en estos ámbitos no se ha modificado. OpenAI enfatizó que ChatGPT puede seguir discutiendo temas relacionados con la salud y el derecho, pero advierte claramente que no reemplaza la asesoría profesional.
La situación evidenció lo que muchos ya saben: aunque ChatGPT es útil para explicar conceptos y resumir información, no debe considerarse una fuente autoritativa ni confiable en cuestiones que requieren conocimiento especializado, como la medicina o el derecho. Además, el chatbot puede cometer errores, inventar respuestas y presentar un tono muy confiado, lo que puede inducir a fallos graves. La experiencia de Kardashian ilustra cómo incluso personas con experiencia y recursos pueden ser engañadas por la confianza aparente de la IA, subrayando la importancia de verificar la información y usarla como apoyo, no como autoridad definitiva.
OpenAI recuerda que sus modelos no son profesionales y que su función principal es ayudar a comprender conceptos y simplificar información, siempre con una advertencia clara: no son un reemplazo de expertos. La clave está en entender los límites de la tecnología y mantener una actitud crítica ante las respuestas automáticas. La historia de Kardashian sirve como recordatorio de que, aunque la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa, su uso irresponsable puede derivar en errores costosos, especialmente en temas críticos como la salud y el derecho.