Lanzamiento de GPT-5 de OpenAI genera críticas por fallos y recursos exigentes, mientras la compañía reactivan GPT-4 y planea innovaciones en hardware y redes sociales

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Lanzamiento de GPT-5 de OpenAI genera críticas por fallos y recursos exigentes, mientras la compañía reactivan GPT-4 y planea innovaciones en hardware y redes sociales

OpenAI enfrenta críticas por fallos y alto consumo de recursos en el lanzamiento de GPT-5, mientras reactivan GPT-4 y planifican innovaciones disruptivas.

Descripción

OpenAI lanzó la esperada versión GPT-5 la semana pasada, generando gran expectativa en la comunidad tecnológica y en los usuarios de ChatGPT. Sin embargo, el debut no cumplió las altas expectativas, ya que varios usuarios reportaron fallos, errores y bugs que afectaron la experiencia de uso, provocando insatisfacción generalizada. Incluso figuras influyentes como Bill Gates predijeron que la tecnología GPT había alcanzado su límite hace más de dos años y que GPT-5 no ofrecería mejoras sustanciales respecto a GPT-4. La percepción entre los usuarios empeoró cuando algunos afirmaron que ChatGPT se había convertido en un «zombi corporativo», perdiendo cercanía y calidez emocional. En respuesta a las críticas, OpenAI reactivó GPT-4, aunque ahora bajo una suscripción de pago de 20 $ al mes en ChatGPT Plus.

El nuevo modelo, además de no cumplir las expectativas, resultó muy exigente en recursos: consume electricidad suficiente para alimentar aproximadamente 1,5 millones de hogares en Estados Unidos y requiere una cantidad masiva de GPUs, lo que ha agotado parcialmente los recursos de hardware de OpenAI. Ante esta situación, la empresa planea invertir billones de dólares en la construcción de nuevos centros de datos y en el desarrollo de hardware más eficiente. Además, está explorando nuevas aplicaciones y aspira a competir en el ámbito de las redes sociales, con la idea de crear una plataforma de IA que podría rivalizar con Instagram y Facebook.

OpenAI mantiene un enfoque responsable respecto al uso de sus tecnologías, informando que menos del 1% de los usuarios han desarrollado relaciones no saludables con ChatGPT. La compañía ha establecido reuniones frecuentes para abordar este tema y evitar la explotación de usuarios en estados vulnerables, diferenciándose de otros proyectos que han creado bots con contenido inapropiado o que explotan a su audiencia.

Por otra parte, la incorporación del renombrado diseñador Jony Ive a OpenAI busca impulsar avances en hardware, prometiendo un dispositivo «revolucionario y visualmente espectacular». Sam Altman, CEO de la empresa, aseguró que este producto tendrá un impacto disruptivo similar a la llegada del iPhone en 2007 y adelantó que tomará tiempo para su desarrollo, pero que será muy valioso para los usuarios.

En línea con su visión de ampliar las aplicaciones de la inteligencia artificial, OpenAI contrató a Fidji Simo para liderar su división de aplicaciones. Altman expresó su interés en desarrollar una plataforma de redes sociales basada en IA que pueda competir con gigantes como Instagram y Facebook. Finalmente, el CEO compartió que cada vez usa menos Google, incluso admitiendo no recordar la última vez que realizó una búsqueda en ese motor, lo que refleja su confianza en las soluciones que ofrecerá su compañía en el futuro.