OpenAI enfrenta problemas en el lanzamiento de GPT-5 y muchos usuarios califican la experiencia como peor que GPT-4

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OpenAI enfrenta problemas en el lanzamiento de GPT-5 y muchos usuarios califican la experiencia como peor que GPT-4

OpenAI lanza GPT-5 con altas expectativas, pero su desempeño inicial genera dudas, problemas técnicos y una experiencia peor que GPT-4.

Descripción

Tras la gran expectativa generada en torno a GPT-5, OpenAI lanzó su última versión con múltiples funciones innovadoras en áreas como codificación, escritura y medicina, prometiendo que sería más inteligente que GPT-4. Sin embargo, el desempeño inicial del modelo fue decepcionante debido a problemas técnicos, como un autoswitcher roto, que afectaron su rendimiento y provocaron una experiencia de usuario degradada, con fallos, errores y poca respuesta por parte del sistema.

Ante los reclamos de la ciudadanía, OpenAI tomó medidas como aumentar los límites de tasa para los suscriptores de ChatGPT Plus y ofrecer opciones para seguir usando GPT-4, además de mejorar la transparencia respecto al modelo que responde a cada consulta. No obstante, muchas personas consideran que la nueva versión no presenta mejoras sustanciales respecto a GPT-4 y califican la experiencia como peor que antes.

El CEO de la compañía, Sam Altman, afirmó que GPT-5 sería más inteligente que GPT-4, aunque admitió que el rendimiento en su lanzamiento no reflejaba esas expectativas y atribuyó los problemas técnicos a un autoswitcher roto. Además, en conversaciones con medios como Handelsblatt, el fundador de Microsoft, Bill Gates, expresó escepticismo sobre el avance de la inteligencia artificial, sugiriendo que el desarrollo ha llegado a un techo y que el progreso en modelos tan grandes como GPT-5 se ha estancado, a pesar de que los equipos de OpenAI creen que se lograrán avances significativos.

Gates recordó que el salto de GPT-2 a GPT-4 fue impresionante, pero cuestionó que GPT-5 pueda alcanzar resultados similares, advirtiendo además sobre el alto coste económico y computacional que implica entrenar y mantener estos modelos. Según él, aunque en el pasado el coste por consulta era de aproximadamente diez céntimos y ahora ronda los tres, los gastos en infraestructura permanecen elevados. Esta situación dificulta el desarrollo y la innovación debido a la falta de contenido de calidad para entrenamiento y a las altas demandas de recursos.

Expertos como Eric Schmidt defienden que las leyes de escalamiento de los modelos grandes continúan en marcha y que no hay evidencias de que hayan dejado de funcionar, sugiriendo que en los próximos años se seguirán logrando avances. Sin embargo, el escenario actual genera dudas sobre si OpenAI podrá cumplir las expectativas y solucionar los problemas surgidos con GPT-5, en un contexto en el que muchos creen que la innovación en inteligencia artificial ha alcanzado un límite. ¿Logrará OpenAI superar estos obstáculos? Solo el tiempo lo dirá.