OpenAI presenta ChatGPT Agent mejorado con acceso a herramientas y recomendaciones de seguridad

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OpenAI presenta ChatGPT Agent mejorado con acceso a herramientas y recomendaciones de seguridad

OpenAI lanza una versión avanzada de ChatGPT con integración de herramientas y recomendaciones para un uso más seguro y efectivo.

Descripción

OpenAI ha presentado ChatGPT Agent, una versión mejorada de su asistente de inteligencia artificial que combina múltiples modelos y puede acceder a herramientas como calendarios mediante conectores. Durante la demostración, OpenAI mostró cómo el agente puede buscar y reservar restaurantes, aunque este ejemplo sigue siendo modesto en comparación con las potenciales aplicaciones de un sistema que consume recursos y genera costes significativos.

El director general, Sam Altman, advirtió a los usuarios que no compartan datos sensibles con el agente y recomendó limitar su acceso a cuentas de correo electrónico, señalando los riesgos de mensajes maliciosos que podrían manipular al sistema para divulgar información confidencial. Estas limitaciones buscan reducir los riesgos en entornos laborales, donde el uso imprudente del asistente podría tener consecuencias graves.

Por otro lado, Meta se ha negado a firmar el código de conducta voluntario para proveedores de IA establecido por la Unión Europea, a pesar de haber participado en su elaboración. La compañía justifica su rechazo por inseguridades legales y por la posible sobreregulación que podría frenar el desarrollo europeo de IA. El código exige actualizaciones periódicas y prohibiciones sobre el entrenamiento con contenidos protegidos por derechos de autor, temas en los que Meta ha sido tradicionalmente cautelosa. En contraste, OpenAI planea firmar el código y lo considera un marco útil para sus operaciones en Europa.

A partir del 2 de agosto, entrarán en vigor nuevas regulaciones europeas para modelos de IA de alto riesgo, con una transición que se extenderá hasta agosto de 2027 para los modelos existentes, exigiendo documentación y restricciones en el entrenamiento con contenidos protegidos.

En el ámbito político, la administración de Donald Trump planea una regulación que exija neutralidad política en las IA contratadas por el gobierno federal, con el objetivo de evitar sistemas «woke» o políticamente sesgados. Como respuesta, se busca promover a empresas como xAI, de Elon Musk, que se presenta como una alternativa «anti-woke», aunque su chatbot Grok ha sido criticado por emitir discursos antisemitas relacionados con Hitler. Esta medida forma parte de un paquete más amplio que incluye el fortalecimiento de centros de datos y el impulso a la tecnología de microchips estadounidense.

En Estados Unidos, el uso de IA en empresas ya implica un alto nivel de adopción, con un 71,2% en el oeste y un 52% en el este, aunque existen preocupaciones sobre una posible brecha digital. El director general de Eco, Oliver Süme, alertó sobre la necesidad de evitar una división digital y destacó el papel crucial de la IA en la productividad y el crecimiento económico.

Sin embargo, estudios recientes, como uno realizado por la Universidad de Cornell, muestran que la integración de IA en tareas de programación ha provocado un aumento en las horas de trabajo y una reducción en la eficiencia, desplazando las expectativas de ahorro del 20% en tiempo laboral a un aumento del 19%, principalmente por la poca fiabilidad de las herramientas actuales. Este escenario ha llevado a cautela en el sector y a una visión más realista sobre los verdaderos beneficios económicos de la IA.

Por otra parte, OpenAI ha desarrollado un nuevo modelo de lenguaje que logró un rendimiento destacado en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, sin recurrir a ayuda externa como internet o editores de código. Este avance refleja la tendencia hacia modelos que puedan realizar razonamiento y pensar durante horas, un objetivo que la empresa persigue con proyectos futuros, como GPT-5.

En el ámbito cultural, una banda llamada The Velvet Sundown ha lanzado en apenas un mes tres álbumes producidos mayoritariamente con inteligencia artificial, generando controversia sobre el futuro de la música. Spotify, a diferencia de Deezer, aún no distingue si la música es producida por IA, aunque promete actualizar sus políticas una vez que existan estándares claros.