Preocupaciones de seguridad y privacidad en el navegador Atlas de ChatGPT desarrollado por OpenAI

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Preocupaciones de seguridad y privacidad en el navegador Atlas de ChatGPT desarrollado por OpenAI

El nuevo navegador Atlas combina inteligencia artificial y navegación, pero plantea serias dudas sobre la protección de datos y la seguridad de los usuarios.

Descripción

La reciente llegada del navegador ChatGPT Atlas, desarrollado por OpenAI para macOS y con planes de lanzamiento en otros sistemas operativos, ha causado un impacto significativo en la integración de inteligencia artificial con la navegación web. Aunque inicialmente se destacó por sus funciones «inteligentes» que permiten conversar con ChatGPT mientras se navega, han surgido preocupaciones importantes relacionadas con la seguridad y la privacidad de las personas usuarias.

Atlas busca competir con gigantes tecnológicos como Google, Microsoft o Brave, ofreciendo capacidades avanzadas de autonomía, memoria y una integración profunda con ChatGPT. Sin embargo, su naturaleza no convencional y su potencial para interpretar, resumir y ejecutar acciones en páginas web implica que debe acceder y almacenar grandes volúmenes de datos personales, lo que aumenta considerablemente la superficie de ataque y el riesgo de filtraciones de información sensible.

Expertos en ciberseguridad y organizaciones defensoras de la privacidad advierten que Atlas recopila más datos que otros navegadores y, en pruebas realizadas por investigadores, ha sido engañado para visitar sitios maliciosos, como plataformas de criptomonedas, mediante técnicas de «prompt injection». Estas vulnerabilidades podrían permitir que atacantes inserten instrucciones maliciosas, causando acciones no autorizadas, divulgación de información confidencial o comportamientos peligrosos por parte del asistente digital.

Uno de los aspectos más preocupantes es la capacidad de Atlas para memorizar información de las personas usuarias, incluyendo búsquedas relacionadas con salud reproductiva o datos de contacto. OpenAI afirma que los datos se almacenan de forma controlada y que las personas usuarias pueden gestionar y eliminar estas memorias, pero la existencia de esta función genera dudas sobre la protección efectiva de datos sensibles y la posible filtración que pueda afectar derechos fundamentales en ciertos contextos jurídicos o sociales.

En respuesta a las inquietudes, OpenAI ha señalado que ha implementado varias capas de protección para mitigar los riesgos, aunque admite que las vulnerabilidades relacionadas con las inyecciones de prompt no están completamente resueltas. El CISO de la compañía, Dane Stuckey, reconoció que posibles adversarios pueden intentar engañar al sistema y que el desafío de garantizar la seguridad del asistente digital sigue siendo una tarea en progreso.

En síntesis, aunque Atlas representa un avance significativo en la integración de inteligencia artificial en el navegador, sus riesgos en materia de privacidad, seguridad y protección de datos requieren una atención cuidadosa por parte de personas usuarias, instituciones y reguladores antes de considerarlo una herramienta completamente segura y confiable para el uso cotidiano.