Sam Altman anuncia avances en IA: modelos autónomos de investigación para 2028
Sam Altman revela planes audaces para desarrollar IA autónoma e investigadora, transformando el futuro de la colaboración entre humanos y máquinas.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha anunciado que durante el próximo año la compañía espera que sus modelos de inteligencia artificial funcionen como «prácticos internos de investigación» y que para el 28 de marzo de 2028 puedan operar como investigadores completamente independientes. Esta visión representa un avance audaz en el desarrollo de la inteligencia artificial general (AGI), en la que los sistemas no solo responden preguntas, sino que también ayudan en el pensamiento y la toma de decisiones.
Altman ha señalado que su objetivo es contar con un «investigador de IA automatizado» para marzo de 2028, capaz de diseñar, probar ideas y presentar resultados sin intervención humana. Este avance supondría que la IA pueda realizar tareas de investigación de manera autónoma, superando las capacidades actuales y a los humanos en múltiples aspectos.
Para que esta IA sea realmente útil en la investigación, debe eliminar problemas como las «alucinaciones» o errores, mostrando evidencias y admitiendo cuándo no tiene certeza sobre una respuesta. La creación de una IA que actúe como investigador autónomo podría transformar la fuerza laboral y generar preocupaciones sobre el control, la seguridad y el posible reemplazo del personal humano.
Altman también comentó que, aunque la meta a corto plazo es que en 2026 sus modelos funcionen como asistentes de investigación, la transición hacia una AGI completa será gradual y multianual. La idea es que estas tecnologías se conviertan en herramientas que apoyen y mejoren la eficiencia en procesos de trabajo en todo el mundo, más allá de las capacidades actuales de chatbots como ChatGPT.
No obstante, el camino hacia la AGI presenta desafíos significativos, incluyendo problemas de precisión y seguridad, así como la necesidad de garantizar que los sistemas puedan citar fuentes, mostrar evidencias y reconocer sus limitaciones. La confianza en la IA y la responsabilidad en su uso son aspectos fundamentales en esta próxima etapa de desarrollo.
En definitiva, si las predicciones de Altman son correctas, el enfoque no solo estará en crear una inteligencia artificial avanzada, sino en convertirla en un colaborador autónomo capaz de realizar investigaciones, lo que marcaría un cambio radical en la interacción entre personas y máquinas, así como en el futuro del trabajo y la innovación tecnológica.