Sam Altman impulsa Merge Labs para desarrollar interfaces cerebro-ordenador no invasivas con tecnologías de ondas sonoras y campos magnéticos
Sam Altman lidera un innovador proyecto que busca conectar la mente humana con la tecnología de manera ética y segura mediante interfaces no invasivas.
Sam Altman, reconocido por ser el creador de ChatGPT y líder de OpenAI, centra sus esfuerzos en promover Merge Labs, una startup innovadora que desarrolla interfaces cerebro-ordenador mediante tecnologías no invasivas basadas en ondas sonoras y campos magnéticos. A diferencia de otros enfoques como Neuralink, que emplea implantes invasivos, Altman busca evitar métodos que puedan dañar neuronas, promoviendo una interacción más segura, ética y accesible entre la mente humana y los sistemas digitales.
Para liderar este ambicioso proyecto, Altman ha reclutado a Mikhail Shapiro, ingeniero biomolecular de Caltech y pionero en técnicas no invasivas. Shapiro aporta experiencia en terapias genéticas que hacen visibles las células mediante ultrasonido, lo que permite una comunicación precisa con las neuronas sin necesidad de electrodos implantados. Su trabajo previo en el uso de ultrasonido y campos magnéticos para terapias visuales respalda la visión de una interacción cerebral más segura y controlada.
La visión de Altman, que ya había analizado en escritos anteriores, es fusionar neurociencia, inteligencia artificial y biotecnología en una sola plataforma. La idea es facilitar una interacción mental con sistemas digitales como ChatGPT, permitiendo que la comunicación entre la mente y la máquina sea directa y efectiva. Además, busca proyectar una fusión entre humanos y tecnología entre 2025 y 2075, asentando las bases para una interacción más íntima y natural con sistemas digitales avanzados.
Desde su posición de liderazgo en Merge Labs, Altman no asume tareas cotidianas, sino que se concentra en la visión estratégica y en la dirección del proyecto. El CEO de OpenAI ha enfatizado que la startup se centra en ofrecer una alternativa ética y basada en bioingeniería avanzada frente a los modelos invasivos y lesivos propuestos por Elon Musk y Neuralink. Esta iniciativa busca democratizar y hacer más segura la interacción neural, evitando procedimientos que puedan causar daño neuronal u otras lesiones, y marcando una diferencia relevante en la batalla tecnológica y ética que mantiene con otros líderes del sector.