Sam Altman invierte 6,5 mil millones de dólares en proyecto innovador con Jony Ive para desarrollar dispositivos con inteligencia artificial
Sam Altman apuesta por la innovación en tecnología personal, fusionando diseño y IA en un proyecto que busca transformar la interacción diaria con los dispositivos.
Sam Altman ha realizado una inversión millonaria en la empresa IO, adquiriéndola por 6.500 millones de dólares en una maniobra que busca revolucionar la tecnología personal. Esta compañía pertenece a Jony Ive, el reconocido diseñador que lideró los diseños emblemáticos de Apple, incluidos el iMac, el iPod y el iPhone. Desde su retiro en 2019, Ive ha trabajado en proyectos innovadores relacionados con inteligencia artificial (IA) y ahora se ha asociado con Altman para crear una línea de dispositivos destinados a ChatGPT, el popular chatbot que ha dado inicio a la revolución en IA.
El objetivo de estos nuevos gadgets es reducir la dependencia de smartphones y portátiles, ofreciendo dispositivos minimalistas, potentes y con funciones avanzadas que complementen o incluso reemplacen los dispositivos tradicionales. Los dispositivos diseñados por Ive buscan aprovechar la tecnología de IA para facilitar tareas diarias, como responder correos, resumir documentos o gestionar agendas, todo en un formato más intuitivo y portátil.
Además, la integración de IA en herramientas cotidianas como Office, con asistentes como CoPilot, ha permitido automatizar y simplificar tareas que antes requerían esfuerzo humano. La evolución de la IA también ha impulsado el desarrollo de agentes autónomos que toman decisiones independientes y colaboran para realizar tareas complejas, marcando un avance significativo en la inteligencia artificial de nueva generación.
OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, ha creado su propio agente llamado Operator, capaz de realizar acciones como hacer compras en línea. Aunque aún está en desarrollo, evidencia el potencial de estos sistemas autónomos. Por su parte, Google también ha avanzado en esta área con su agente ‘Project Mariner’, que realiza tareas como comprar billetes, reservar vacaciones o buscar profesionales, lo que promete transformar la forma en que la ciudadanía interactúa con la tecnología y accede a servicios.
Esta tendencia de incorporar IA en dispositivos cotidianos plantea también desafíos económicos y de mercado. La automatización y los agentes inteligentes están poniendo en jaque el modelo tradicional de publicidad y búsqueda en línea, favoreciendo contenido más personalizado pero poniendo en riesgo los ingresos de las plataformas tradicionales y alterando el equilibrio de la web abierta.
Por otro lado, Ive imagina que los nuevos dispositivos serán extremadamente minimalistas, probablemente en forma de gafas con tecnología de realidad aumentada que incorporen cámaras, pantallas, micrófonos y altavoces de manera discreta. Inspirándose en el diseño de Dieter Rams, Ive busca crear gadgets que sean no solo funcionales sino también estéticamente simples y respetuosos con el medio ambiente, en línea con los principios de durabilidad y sostenibilidad promovidos por Rams.
En medio de estos avances, la privacidad sigue siendo un tema relevante, ya que estos dispositivos recopilarán más datos para ofrecer funciones más personalizadas. La perspectiva de un mundo donde las máquinas asumen roles cada vez más complejos y autónomos genera debates sobre el equilibrio entre innovación, seguridad y privacidad, mientras diseñadores y tecnólogos continúan explorando nuevos límites en la creación de tecnologías que, según sus visionarios, cambiarán la forma en que vivimos y trabajamos.