Tesla busca aprobación en la Unión Europea para ofrecer conducción autónoma supervisada a partir de 2026

Tesla busca aprobación en la UE para ofrecer conducción autónoma supervisada a partir de 2026, enfrentando desafíos regulatorios y de seguridad.

Los conductores de Tesla en la Unión Europea podrían tener la opción de usar la conducción autónoma supervisada (FSD Supervised) a partir de febrero de 2026, según una solicitud de excepción presentada por la compañía. Sin embargo, la situación actual en la UE presenta ciertas incertidumbres, ya que la legislación vigente considera la conducción autónoma solo como asistencia y no como un sistema completamente autónomo, lo que limita el despliegue de estas tecnologías avanzadas.

Recientemente, el Rijksdienst voor het Wegverkeer (RDW) de los Países Bajos confirmó que Tesla mantiene conversaciones con las autoridades, pero únicamente se compromete a evaluar si la tecnología cumple con los requisitos necesarios para esa fecha, priorizando la seguridad vial. La decisión definitiva dependerá de la aprobación de la Comisión Europea, que debe otorgar la excepción por mayoría para que tenga efecto en todos los Estados miembros de la UE. De no ser así, la autorización solo sería válida para los Países Bajos y otros países tendrían que decidir individualmente sobre su adopción.

Por su parte, Tesla afirma que su tecnología puede utilizarse en varios países de la UE, pero el RDW aclara que esto está condicionado a la aprobación del Comité Regulador Europeo. La compañía ha solicitado formalmente una excepción, argumentando que adaptar su FSD a las normas europeas actuales resultaría en una tecnología menos segura e ineficaz. La posibilidad de uso en otros países solo sería viable si estos aprueban específicamente la tecnología, inicialmente en los Países Bajos.

El portavoz del RDW ha reiterado que, aunque Tesla está en diálogo con las autoridades, todavía no hay una aprobación definitiva y que la seguridad vial sigue siendo la máxima prioridad. Además, la autoridad ha pedido a las personas usuarias y a Tesla que eviten expresar agradecimientos públicos excesivos por la posible aprobación, ya que ello no influye en la decisión final y puede perjudicar el servicio al cliente.

En síntesis, si bien Tesla ha dado pasos importantes hacia la introducción de su tecnología FSD supervisada en Europa, la implementación definitiva dependerá de los resultados de sus evaluaciones, las negociaciones con la Comisión Europea y las decisiones particulares de cada Estado miembro. La espera continúa mientras la innovación y la regulación avanzan de la mano en un escenario aún en evolución.