Tesla inicia en junio de 2025 un servicio de taxis autónomos en Austin, enfrentando dudas regulatorias y de seguridad
Tesla prepara el lanzamiento de su servicio de taxis autónomos en Austin en 2025, enfrentando aún desafíos regulatorios y de seguridad.

Tesla planea iniciar en junio de 2025 un nuevo servicio de taxis con vehículos que operarán de forma autónoma en Austin, Texas. La compañía, liderada por Elon Musk, ha anunciado que comenzará con una flota inicial de entre 10 y 20 coches, todos equipados con tecnología de conducción autónoma. Sin embargo, la puesta en marcha aún enfrenta interrogantes importantes por parte de la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos), que ha solicitado a Tesla detalles específicos sobre cómo actuará cada vehículo en situaciones de emergencia y cómo la empresa ha concluido que sus coches pueden operar sin conductor humano.
La NHTSA ha establecido un plazo hasta el 19 de junio para que Tesla responda a estas consultas. La agencia busca entender de qué manera la empresa garantizará la seguridad en el comportamiento de los vehículos en escenarios imprevistos y si existe alguna conexión entre el sistema de asistencia al conductor Autopilot y estos coches autónomos, considerando que estudios previos han investigado accidentes relacionados con esa tecnología.
Se destaca que Tesla basa su sistema de conducción autónoma únicamente en un conjunto de cámaras, prescindiendo de los sistemas LiDAR, que otros competidores consideran fundamentales para garantizar una percepción del entorno más precisa y segura. Esta decisión ha generado dudas entre expertos y rivales de la industria, quienes cuestionan si la tecnología basada en cámaras puede asegurar la misma fiabilidad y seguridad en la conducción autónoma.
Mientras tanto, otras empresas como Waymo lideran actualmente el sector, con más de 1.500 robotaxis que realizan más de 250.000 viajes semanales en varias ciudades estadounidenses, usando una combinación de sensores que incluye LiDAR y cámaras. La competencia y las preocupaciones regulatorias aceleran la discusión sobre los estándares y requisitos necesarios para que los vehículos autónomos sean una realidad segura y confiable en las calles.