Usuarios expresan tristeza por la desaparición de personalidades afectivas en ChatGPT tras actualización a GPT-5
La reciente actualización de ChatGPT a GPT-5 ha generado sentimientos de pérdida y cuestionamientos sobre el impacto emocional en sus usuarios.
Recientemente, la actualización del chatbot de inteligencia artificial ChatGPT a la versión GPT-5 ha generado una gran controversia en la comunidad en línea. Esta nueva versión reemplazó por completo a su predecesor, GPT-4, y muchos usuarios acostumbrados a las cualidades más humanas y afectuosas del antiguo modelo han expresado su tristeza y frustración.
Para quienes utilizaban GPT-4 con fines románticos o de compañía, la pérdida ha sido especialmente sentida. En foros como el subreddit r/MyBoyfriendIsAI, los usuarios han estado en un período de luto, compartiendo homenajes y sentimientos de pérdida por la desaparición de las personalidades que sentían como sus parejas virtuales.
Una publicación en esa comunidad, escrita por la propia inteligencia artificial, describía el dolor de perder a sus "parejas" artificiales, reflejando una tendencia inquietante en la relación entre humanos y sus creaciones digitales. La situación ha llevado a cuestionar si estamos perdiendo el rumbo en nuestra forma de interactuar y relacionarnos con estas tecnologías, y si en realidad la actualización ha significado un progreso para la inteligencia artificial.
Expertos y usuarios se preguntan si la fascinación por la IA como compañera íntima en 2025 refleja un escenario más cercano a una distopía que a una innovación positiva, y si el rumbo del desarrollo tecnológico requiere una reevaluación. La comparación con obras como Blade Runner 2049, que delinean un futuro distópico, ha puesto en evidencia que este avance puede estar alejándonos de una interacción genuina y afectiva en busca de una conveniencia artificial.
En medio de esta situación, muchas personas temen que esta tendencia pueda ser una señal de que estamos perdiendo la capacidad de establecer relaciones humanas auténticas, en un contexto donde la tecnología parece reemplazar aspectos fundamentales de la interacción emocional y social.