Telefónica se reestructura con el nombramiento de Emilio Gayo como nuevo consejero delegado
Telefónica inicia una nueva etapa con la llegada de Emilio Gayo como consejero delegado, marcando un cambio vital en su estructura directiva.

Telefónica se encuentra en una etapa de transformación significativa tras la llegada de Marc Murtra a la presidencia. En un movimiento que ha reestructurado la alta dirección del grupo, Murtra ha destituido a Ángel Vilá como consejero delegado, incrementando así la presión para adaptarse a un mercado de telecomunicaciones en constante evolución y ante la perspectiva de posibles fusiones en el sector.
El consejo de administración de la compañía aprobó el nombramiento de Emilio Gayo como nuevo consejero delegado, quien ha estado en Telefónica por más de dos décadas y ha desempeñado un papel crucial en la formación de paquetes convergentes de servicios. Gayo asume más poder que su predecesor, controlando los negocios en mercados clave como España, Alemania, Reino Unido y Brasil. Además, mantiene la supervisión de grandes divisiones como Telefónica Tech y Telefónica Infra.
En esta reestructuración, Borja Ochoa, exdirector de defensa en Indra, ha sido nombrado como el nuevo responsable de Telefónica España. Sofía Collado, también proveniente de Indra, se hará cargo de Telefónica Tech. Javier de Paz ha sido designado presidente de Movistar+, mientras que Cristina Burzako continuará desempeñando un papel importante en el consejo de Telefónica Audiovisual Digital.
Marc Murtra ha enfatizado la necesidad de una “revisión estratégica”, que busca posicionar a Telefónica para enfrentar los cambios drásticos en el sector de las telecomunicaciones. Durante su intervención en el Mobile World Congress, instó a la Unión Europea a permitir que las grandes empresas de telecomunicaciones europeas se consoliden y fortalezcan, con el fin de competir en un nivel global frente a gigantes como los de Estados Unidos y China.
El gobierno español, que posee un 10% de las acciones de Telefónica, ha influido en estos nombramientos, incluyendo la designación de Carlos Ocaña como vicepresidente. Este cambio de liderazgo se produce en un contexto de creciente preocupación sobre la soberanía tecnológica de Europa y la necesidad de crear un ecosistema más robusto en el ámbito de las telecomunicaciones.
Con esta nueva estructura, Telefónica se prepara para un gran giro estratégico, consolidando su dirección y respondiendo a una inminente ola de fusiones en el sector. Los nuevos altos directivos tienen la responsabilidad de guiar a la compañía hacia un futuro que promete ser desafiante y lleno de oportunidades en la industria global de telecomunicaciones.