Google Gemini accede a funciones exclusivas como Knowledge Graph y OneBox, liderando en inteligencia artificial y generando desigualdades con competidores como OpenAI

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Google Gemini accede a funciones exclusivas como Knowledge Graph y OneBox, liderando en inteligencia artificial y generando desigualdades con competidores como OpenAI

Google Gemini lidera en inteligencia artificial al contar con funciones exclusivas, mientras genera un escenario de competencia desigual en el sector.

Descripción

Recientemente, se ha conocido que la inteligencia artificial Gemini de Google cuenta con acceso a funciones como Knowledge Graph y OneBox, que permiten ofrecer respuestas enriquecidas y directas en su motor de búsqueda. Esta ventaja otorga a Gemini un considerable liderazgo interno, mientras que empresas competidoras como OpenAI y Anthropic no disponen del mismo acceso, pese a que Google invirtió miles de millones en estas compañías. Además, OpenAI ni siquiera tiene acceso a la búsqueda indexada de Google, lo que crea un escenario de desigualdad en la competencia tecnológica, según informan fuentes del sector.

El dominio de Google en la recopilación de datos es un factor clave en la carrera por desarrollar modelos de inteligencia artificial más inteligentes y eficientes. La compañía obtiene datos a través de su buscador, aplicaciones y servicios, y se estima que recopila información de aproximadamente el 36% de las aplicaciones más populares en todo el mundo. Este amplio volumen de información proporciona una ventaja competitiva significativa, ya que cuanto más y mejores son los datos que recibe un modelo, mejor es su rendimiento.

Pero esta práctica ha llamado la atención de las autoridades regulatorias de Estados Unidos. El Departamento de Justicia considera estas acciones como una forma de monopolio moderno y ya ha dictaminado previamente que Google domina ilegalmente el mercado de búsquedas online, con una cuota superior al 88%. La intención del organismo es que Google comparta sus datos de búsqueda con otros actores del sector para equilibrar la competencia, aunque la compañía ha rechazado esta propuesta. Google argumenta que compartir todos estos datos sería extremadamente complejo, requiriendo miles de horas de trabajo de aproximadamente 2.000 ingenieros, además de poner en riesgo la seguridad de la información.

Este conflicto rememora el proceso antimonopolio contra Microsoft en los años 90, aunque en esta ocasión el foco está en el control de los datos para modelos de inteligencia artificial. La decisión que adopte el tribunal podría sentar un precedente significativo para cómo gigantes tecnológicos como Amazon, Apple o Meta desarrollen y distribuyan sus propios productos de IA, e influir en la forma en que los competidores acceden a datos esenciales para innovar y ofrecer servicios competitivos.

En definitiva, el caso representa una disputa de gran impacto en el horizonte tecnológico y regulatorio, donde la definición de un mercado más justo y equilibrado en el acceso a datos será clave para determinar la evolución futura del sector de la inteligencia artificial y la competencia digital global.