Las búsquedas en Google en Safari disminuyen por primera vez en 22 años a medida que crece el uso de inteligencia artificial
Las hábitos digitales cambian, afectando a gigantes como Google y Apple, mientras la inteligencia artificial redefine la búsqueda en línea.

Por primera vez en 22 años, las búsquedas realizadas a través de Google en el navegador Safari han registrado una disminución significativa, según reveló Eddy Cue, vicepresidente senior de servicios de Apple, durante el proceso antimonopolio contra Google en Estados Unidos. Este cambio marca un momento histórico en los comportamientos digitales de la ciudadanía, que ahora prefiere acudir directamente a herramientas de inteligencia artificial para obtener respuestas, dejando de lado la búsqueda tradicional en Google.
La reducción de las búsquedas en Google podría tener implicaciones económicas para Apple, ya que Google paga aproximadamente 20.000 millones de dólares al año por ser el motor de búsqueda predeterminado en Safari. Si esta tendencia continúa, esos ingresos podrían verse afectados, impactando una de las fuentes más estables para la compañía. Cue expresó su preocupación al señalar que ha perdido muchas noches de sueño pensando en las posibles consecuencias de una caída en esos ingresos.
El cambio profundo en los hábitos digitales se debe, en gran parte, al crecimiento de asistentes de inteligencia artificial como ChatGPT, Gemini, Microsoft Copilot y Perplexity, que ofrecen respuestas directas, conversacionales y en ocasiones más rápidas y detalladas que los resultados tradicionales de Google. Estos avances están eliminando la necesidad de clicar en múltiples enlaces y visitar sitios web, transformando la forma en que las personas interactúan con la información.
Ante esta situación, Apple está considerando integrar funcionalidades de inteligencia artificial directamente en Safari con el objetivo de recuperar terreno en el ámbito de la búsqueda y proteger su valioso acuerdo con Google. La intención no es solo mantenerse competitivo, sino también adaptarse a un entorno donde la búsqueda ya no pasa únicamente por una barra de direcciones.
Este fenómeno no afecta solo a Apple y Google, sino que tiene repercusiones en todo el ecosistema digital, impactando especialmente a sitios web independientes, periodistas, blogs y portales especializados que dependen del tráfico generado por las búsquedas en línea. Pandu Nayak, vicepresidente de Google Search, admitió que no puede garantizar que la situación mejorará en el futuro, evidenciando la magnitud del cambio en los hábitos de la ciudadanía.
La tendencia señala que las personas están cada vez más habituadas a recibir respuestas de modelos de lenguaje avanzado en lugar de explorar múltiples páginas web, lo que erosiona la función tradicional del motor de búsqueda como intermediario y concentra cada vez más valor en quienes controlan las herramientas de inteligencia artificial, en detrimento de quienes producen contenido original.