Tesla inicia pruebas de robotaxis en Austin con expectativas de expansión que enfrentan escepticismo
Tesla inicia pruebas de robotaxis en Austin, pero las promesas de Musk y la competencia ponen en duda una rápida expansión en el mercado autónomo.

Elon Musk prometió en 2019 que los robotaxis sin conductor de Tesla estarían en las calles en 2020, pero esa expectativa no se cumplió. A lo largo de los años, las promesas se han repetido con diferentes plazos que finalmente no se han alcanzado. En enero de 2022, Musk aseguró que en 2023 habría un millón de unidades en operación, una meta que aún parece lejana para muchos analistas.
Recientemente, Tesla inició pruebas de robotaxis en Austin, Texas, con una flota inicial de entre 10 y 12 vehículos. La intención del CEO es expandir rápidamente esta prueba durante 2023 y, en caso de éxito, contar con un millón de vehículos en circulación en 2024. Sin embargo, algunos expertos y analistas de Wall Street expresan escepticismo sobre la rapidez de dicha expansión, ya que empezar con una pequeña cantidad de vehículos podría tardar varios años en escalar a una cifra significativa.
Por su parte, su principal rival en el mercado, Waymo, ya ha desplegado taxis autónomos en varias ciudades como Los Ángeles, San Diego y Austin, alcanzando los 10 millones de viajes de pago con una tecnología que ha permitido una entrada más rápida en el mercado. Mientras tanto, las dudas sobre la capacidad real de Tesla para cumplir sus promesas se acrecientan, especialmente por las complicaciones legales y regulatorias que enfrenta el sistema de conducción autónoma Full Self-Driving (FSD), que todavía requiere la intervención del conductor y ha sido objeto de investigaciones y demandas por accidentes.
Tesla afirma que la versión mejorada de FSD permitirá una expansión rápida en todo el país y que millones de propietarios podrán convertir sus vehículos en robotaxis mediante actualizaciones de software, ofreciendo un modelo similar al de Airbnb para coches. Musk también ha señalado que, al centrarse únicamente en cámaras para la conducción y confiar en una tecnología menos costosa, Tesla podría dominar el mercado con una participación del 99%. Sin embargo, colegas y analistas advierten que alcanzar ese nivel de dominancia sería un objetivo muy ambicioso, especialmente frente a la competencia de empresas como Waymo, Amazon y otras.
Los expertos consultados reconocen que, aunque las promesas de Musk suelen estar cargadas de un exceso de optimismo, su capacidad para escalar rápidamente y desarrollar tecnologías futuristas es indiscutible. A pesar de ello, muchos consideran que los plazos establecidos son poco realistas y que la verdadera llegada de los robotaxis de Tesla podría tardar hasta 2028 o más. Mientras tanto, la ciudadanía inversora mantiene la expectativa, aunque con cierto escepticismo, tras las turbulentas fluctuaciones en el valor de las acciones de Tesla y los obstáculos regulatorios que enfrenta la compañía.