El S&P500 cierra a la baja y podría hacer que el Ibex 35 se resienta mientras Bitcoin vuela
Las tensiones en los mercados globales aumentan por las preocupaciones fiscales en EE.UU., elevando los rendimientos de bonos y provocando caídas en bolsas internacionales.

Las preocupaciones fiscales en Estados Unidos y el aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo han generado una notable tensión en los mercados financieros internacionales. Tras la rebaja de la calificación crediticia triple A del país por parte de Moody’s, los inversionistas muestran mayor nerviosismo y retraen su inversión en acciones, lo que ha provocado caídas significativas en las principales bolsas mundiales. Los futuros del EuroStoxx 50 anticipan descensos superiores al medio punto porcentual, mientras que el Ibex 35 en España cerró con una bajada del 0,11%, aunque logró mantener los 14.300 puntos tras romper una racha de nueve jornadas consecutivas de ascenso.
En Asia, la tendencia también es negativa. El índice Nikkei de Japón cayó un 1%, mientras que el Shanghai cotiza estable y el Hang Seng de Hong Kong registra una caída de aproximadamente el 0,6%. Por su parte, Wall Street cerró en rojo, con el Dow Jones perdiendo 800 puntos (1,91%). La principal causa fue el aumento repentino en los rendimientos de los bonos del Tesoro a 30 años, que alcanzaron un 5,09%, superando una cifra que no se veía desde octubre de 2023. La subasta de bonos en poco fue una de las causas que reforzó la percepción de una tendencia de venta en activos estadounidenses, ante preocupaciones de que las nuevas políticas de recortes presupuestarios y rebajas fiscales del gobierno de Donald Trump puedan incrementar el déficit fiscal y el coste de la deuda en Estados Unidos.
El rendimiento de los bonos a diez años superó el 4,6%, alcanzando niveles que en abril generaron turbulencias en los mercados y llevaron a la suspensión de algunos aranceles más agresivos. La incertidumbre en la política económica se ha reflejado en el aumento del índice de confianza de las pequeñas empresas y en la revisión en diferenciales de deuda, manteniendo un escenario de mayor cautela. La postura fiscal del gobierno estadounidense, que pivota hacia la austeridad, contrasta con la tendencia en Europa, donde comienza a reducirse el conservadurismo fiscal.
En el mercado de divisas, el dólar experimenta una caída, mientras que el euro se sitúa en 1,1330 dólares. La búsqueda de activos alternativos ha impulsado a otros instrumentos financieros, con el oro alcanzando los 3.325,79 dólares por onza, cerca de su máximo de casi dos semanas y a 175 dólares del récord histórico de abril. El Bitcoin, en tanto, ha alcanzado un nuevo máximo histórico, reflejando la búsqueda de alternativas a los activos denominados en dólares y euros.
Además, el petróleo Brent permanece estable en torno a los 65 dólares por barril, en medio de la incertidumbre global. El rendimiento del bono español a 10 años asciende al 3,262%, reflejando la tendencia de aumento en los rendimientos de deuda en Europa. Todo esto evidencia un panorama económico complejo, marcado por presiones inflacionarias mayores a las anticipadas, especialmente en el sector de servicios, y una menor capacidad de los bancos centrales para reducir los tipos de interés en el corto plazo ante las persistentes presiones de precios.