Deliveroo, señalada: la Inspección de Trabajo rechaza el modelo laboral de la compañía

Deliveroo, en el punto de mira. La Inspección de Trabajo rechaza el modelo laboral de la compañía, de acuerdo con un acta de liquidación concluida el 11 de diciembre al que ha tenido acceso El País. El documento, que forma parte del expediente abierto por varias denuncias a Deliveroo en Valencia, reconoce indirectamente que los repartidores son falsos autónomos.

De este modo, las denuncias han provocado la petición a la empresa de 160.814,9 euros por las cotizaciones no pagadas, más los recargos correspondientes de un centenar de trabajadores de la empresa en Valencia. Por parte de Roofoods Spain, razón social de Deliveroo, tienen claro que la decisión se recurrirá.

Los repartidores, denominados riders, no forman parte de la plantilla, ya que operan como “proveedores de servicios”, según dictan los contratos de estos asalariados. “La calificación que las partes den al contrato no lo define”, afirma tajante la Inspección de Trabajo en Valencia, por lo que “la relación civil que la empresa pretende crear esconde una relación laboral”.

Deliveroo no da de alta en la Seguridad Social a sus repartidores a través de este modelo

Con este modelo laboral, Deliveroo evita dar de alta en la Seguridad Social a los trabajadores y pagar las cotizaciones correspondientes en el régimen general. Sobre esto hay más actuaciones de la Inspección abiertas sobre Deliveroo en Barcelona y Madrid, tras las denuncias articuladas a través de Intersindical.

“Era un trabajo relativamente bien pagado con la tarifa fija y los pedidos, pero sólo compensa si trabajas muchas horas”, explicó el pasado verano Laura Calvo, ex trabajadora de Deliveroo y portavoz de ANC, a Kippel01. El colectivo pedía entonces la asignación de un volumen mínimo de trabajo y que las empresas como Deliveroo se encargaran de las coberturas necesarias.