Dos años después, X aún no logra consolidarse como una plataforma multiservicios prometida por Elon Musk
A dos años del cambio, X mantiene promesas sin cumplir y enfrenta desafíos para convertirse en la plataforma multifuncional que Elon Musk imaginó.
Hace casi dos años, Elon Musk decidió renombrar Twitter como X, una iniciativa que reflejaba una antigua aspiración del empresario: crear una aplicación todo en uno basada en pagos y centrada en la marca X. Musk había comprado el dominio x.com en los años 2000 con la esperanza de lanzar una plataforma que integrara servicios diversos bajo un solo nombre, pero los resultados hasta ahora están lejos de cumplir esa visión.
En cuanto a reconocimiento de marca, las búsquedas en Google de «x login» superaron por primera vez a las de «twitter login» desde el cambio, lo que indica que más usuarios reconocen ahora la plataforma como X. Sin embargo, esta tendencia se limita principalmente a búsquedas en móvil y busca usuarios ocasionales o tangenciales, dado que la mayor actividad en la aplicación todavía se realiza en esa plataforma y no en la web.
Pese a los esfuerzos de Musk y la dirección de X, la plataforma sigue usando el nombre y funciones relacionadas con Twitter, sin ampliar adecuadamente sus servicios, especialmente en áreas como vídeo y pagos. Aunque se ha añadido una pestaña para vídeos, X no ha cambiado sustancialmente su foco para convertirse en una plataforma de contenido prioritario, y las alianzas para potenciar el contenido en vídeo siguen siendo limitadas. Por otro lado, su iniciativa de pagos en línea no avanza en Estados Unidos, donde aún está en fase de pruebas y sin autorización completa, lo que retrasa su implementación en otros mercados.
En cuanto a sus metas de crecimiento, Elon Musk proyectó alcanzar 600 millones de usuarios activos en 2025 y 931 millones en 2028. Actualmente, X cuenta con aproximadamente 600 millones de usuarios mensuales y 250 millones de usuarios diarios, cifras que, aunque parecen acercarse a sus pronósticos, en realidad corresponden a proyecciones ligeramente distintas y diluyen la percepción de un crecimiento explosivo. Además, hay indicios de pérdida de usuarios en Europa, donde la plataforma sufrió una caída del 15% en su uso desde que Musk asumió el control; factores como la disminución en tráfico web y descargas refuerzan esta percepción.
En resumen, X todavía no se ha consolidado como la plataforma todo en uno que prometía y, pese a recibir apoyo en ámbitos relacionados con la inteligencia artificial mediante la adquisición de xAI, su éxito a medio plazo sigue siendo incierto. La plataforma mantiene diversas ideas y proyectos en proceso, pero los resultados visibles en la reformulación y expansión de sus funciones aún son limitados. Mientras tanto, su capacidad para sostenerse financieramente ha mejorado gracias a la integración con xAI, lo que garantiza su continuidad en el futuro cercano. Sin embargo, dos años después del cambio de marca, la realidad de X dista de ser la de un gigante de múltiples servicios, y su camino para convertirse en la aplicación definitiva sigue en construcción.