Encuesta muestra baja percepción y rechazo de la tecnología Full Self-Driving de Tesla entre consumidores estadounidenses
La tecnología de conducción autónoma de Tesla enfrenta escepticismo y rechazo entre los consumidores, afectando sus ventas y reputación en diversos mercados clave.
La promoción entusiasta de Elon Musk sobre la tecnología de conducción autónoma de Tesla no está logrando convencer a los posibles compradores. Según una encuesta realizada en agosto por el informe Electric Vehicle Intelligence a 8.000 estadounidenses, solo el 14% de los encuestados afirmó que la funcionalidad Full Self-Driving (FSD) les motivaría a adquirir un Tesla. En contraste, el 35% declaró que la tecnología reduciría su interés en la marca y el 51% restante no percibía ninguna diferencia en su decisión de compra.
La percepción negativa hacia FSD se refleja también en que casi la mitad de las personas considera que esta tecnología debería ser ilegal. A esto se suma una caída significativa en las ventas de Tesla en Europa, que en julio experimentaron un descenso del 40% respecto al año anterior, acumulando siete meses consecutivos de descenso en el continente. Además, la reputación de Tesla como fabricante de vehículos eléctricos en Estados Unidos ha sufrido un deterioro notable, situándose en el peor lugar entre las marcas del sector. La percepción de inseguridad y casos legales recientes, como la sentencia que atribuye a Tesla una responsabilidad parcial en un accidente mortal, contribuyen a esta tendencia negativa.
En el mercado de robotaxis, Tesla va rezagada frente a empresas como Waymo, de Alphabet, y Baidu, con su plataforma Apollo Go. La compañía está en fases iniciales de prueba de su servicio en Austin (Texas) y en el Área de la Bahía de San Francisco, con planes de expansión. En Austin, los vehículos cuentan con supervisores humanos a bordo, mientras que en San Francisco todavía operan con conductores al volante. Musk ha declarado que el futuro de Tesla depende del éxito en la entrega de vehículos autónomos y servicios relacionados, presentando a FSD como una tecnología revolucionaria capaz de funcionar en todas las condiciones y salvar vidas.
Sin embargo, la realidad es diferente: solo la mitad de los propietarios de Tesla ha probado FSD. La compañía centra su estrategia en educar a los usuarios sobre sus beneficios mediante vídeos y promociones, promocionando FSD como un «chofer personal» por aproximadamente 3,33 dólares diarios en su versión premium, que tiene un precio mensual de 99 dólares o un pago inicial. Musk ha enfatizado en su plataforma X que FSD puede «operar en todas las condiciones» y que será una «herramienta que salvará vidas», mostrando vídeos de usuarios que manejan el sistema sin manos en el volante, aunque los manuales de la firma indican diversas condiciones en las que FSD puede no ser fiable y recomiendan mantener las manos en el volante en todo momento.
Por otro lado, solo el 20% de las personas interesadas en adquirir vehículos eléctricos de forma total afirmó que compraría un Tesla motivado por FSD, mientras que un 33% expresó que sería menos propenso a hacerlo. Expertos señalan que una posible causa de estos resultados es la falta de claridad y honestidad en la comercialización de la tecnología. Además, las regulaciones en Estados Unidos para vehículos autónomos cuentan con un amplio respaldo, con mayoría que pide reglas estrictas para garantizar la responsabilidad en los accidentes y la protección de la ciudadanía.
A nivel de reputación de marca, Tesla también enfrenta un deterioro notable. Juicios recientes por responsabilidad en accidentes y fallos legales han afectado su imagen, con un aumento en la percepción de inseguridad en torno a su producto. En los últimos dos meses, la proporción de personas que consideran a Tesla como un vehículo inseguro aumentó del 34% al 36%, mientras que la percepción de Tesla como una marca muy segura disminuyó del 17% al 13%. Marcas tradicionales como Honda, Toyota y Chevrolet son vistas como opciones más seguras por un mayor número de encuestados. Mientras tanto, Tesla continúa esperando una posible aceptación en otros mercados, como Australia, donde recientemente comenzó a ofrecer FSD supervisado.